Análisis
Van contra Lenín como con Maduro
Parecería que en algunos opositores y supuestos líderes de opinión está arraigada la convicción que a nuestro país solo lo deben gobernar los apellidos de alcurnia, los prohombres bendecidos por cierta divinidad o, en todo caso, quienes son miembros de sus clubes sociales y se codean en sus círculos.
No aceptan otro mandatario que no salga de sus filas, facturen desde sus bancos y tenga acciones en sus empresas. Incluso, en ese sector social parece ser un pergamino tener firmas y cuentas offshore. Es un estatus y un modo de vida donde no caben los amazónicos, los montuvios, los longos y los cholos.
Por eso acuden a los más bajos artilugios e intentan menospreciarnos. Por eso, si alguna ‘venezolanización’ hay en Ecuador es la de la oposición, se ha dicho en algunos foros y desde algunas personalidades. Bastaría mirar cómo actúa la señora Tintori y cómo acá algunas “damas” la quieren imitar.
De hecho, el libreto de Guillermo Lasso y Andrés Páez ha sido el mismo que Leopoldo López o Henrique Capriles para buscar una supuesta legitimidad a su lucha estigmatizando a los líderes bolivarianos. Y en Ecuador ya empezó esa campaña.
Lenín Moreno aún ni se posesiona como Presidente de la República y ya tiene una campaña sucia en su contra. ¿Por dónde van? ¿Desde dónde actúan? ¿Quién está detrás de todo esto?
Sin duda Páez y Lasso hicieron el peor trabajo en la campaña electoral, el primero descaradamente y el segundo cuidando sus palabras en los medios y con una arrogancia sin nombre en la tarima.
Lo más perverso fue lo de Nelson Thurdekoos, exembajador de León Febres-Cordero. Dice tener pruebas y ser testigo de que uno de sus amigos fue quien le metió un tiro en la columna porque supuestamente el Presidente electo, en 1998, militaba en AVC y estaba ejecutando un secuestro. Y desde ahí ya dijo “no podemos tener como presidente a un criminal”.
No dejarán de lado el título de Licenciado de Moreno, pero del bachiller candidato nunca consideraron como un “pero”. Y no es menor la mofa a su condición física, cuando fue él precisamente quien devolvió la dignidad a las personas con discapacidad y supuso un cambio de paradigmas en la conciencia social.
Son exactamente los mismos que reclaman tolerancia y respeto. Exactamente aquellos que en las redes sociales y en las calles ofenden, injurian, mienten y al mismo tiempo se victimizan.
Vendrán todos los memes con su ejército de trolls y de portales web. Tal como hacen con Nicolás Maduro en ese afán de desprestigio sistemático por haber sido chofer, hombre de pueblo y líder de un proceso popular. (O)