Galo Lara, exasambleísta por el Partido Sociedad Patriótica
La ex Senain era el brazo de persecución
Está en su natal provincia de Los Ríos y trata de componer su vida que hizo pedazos el expresidente de la República, dice. Viaja a Quito con frecuencia y está atento a las redes sociales. Allí contesta los tuits de Rafael Correa y sube videos sobre él. Galo Lara, quien fue extraditado desde Panamá por pedido de Correa, habló con EL TELÉGRAFO sobre su caso.
¿Por qué dice que Pablo Romero, quien fue extraditado hace algunas semanas de España, conoce la ruta del dinero de Rafael Correa?
Pablo Romero conocía, como secretario de Inteligencia, todos los movimientos del gobierno del expresidente. Desde los vuelos fantasmas en aviones presidenciales sin pasajeros a paraísos fiscales y sin objetivos de agenda nacional, hasta los “pagos de la corrupción con gastos reservados” para perseguir y criminalizar la honra de quienes denunciábamos la corrupción. Esos gastos constan en los documentos secretos desclasificados por la ex Senain. Allí Romero y Ronny Vallejo firman esos millonarios gastos con puño y letra.
Usted asegura que Romero era la policía política de Correa para perseguir a inocentes o a los que denunciaron actos de corrupción.
La ex Senain era un brazo de espionaje y persecución que actuaba al margen de la ley. Esa secretaría solo podía intervenir en casos de seguridad nacional, pero ellos usaban esos recursos del Estado para sus actuaciones ilegales: perseguir a políticos, periodistas, estudiantes, maestros, dirigentes sociales, policías, marinos, militares. La ex Senain hizo montajes, compraron testimonios falsos, sembraron pruebas, hackearon cuentas, dañaron la honra de gente inocente que denunciamos sus actos de corrupción. Hay varios delitos en las operaciones ilegales de la ex Senain, por ejemplo, el espionaje, el uso de fondos del Estado para todo es delito de peculado.
¿Por qué dice que Correa convirtió el Estado en una organización criminal?
Correa convirtió al Estado en una organización criminal cuando su banda se dio cuenta que el gran botín estaba en el Estado. Entonces, fundaron Alianza PAIS con la ayuda de la plata de Hugo Chávez. El Estado desapareció y allí se instauró una organización criminal que la señora fiscal, Diana Salazar, evidenció a lo largo del caso Sobornos 2012-2016. Ella estableció que el expresidente dirigía esta organización criminal.
¿Usted resultaba peligroso para Correa?
Claro, semana a semana, cuando Correa tenía el 80% de credibilidad, yo denunciaba casos de corrupción con documentos desde la Asamblea y se los entregué en su despacho. Él dirigía, protegía y premiaba esos actos de corrupción de su Gobierno.
¿Por qué se fue a Panamá?
Luego que declararon mi inocencia por un crimen que no cometí en el caso Quinsaloma, la justicia correísta me sentenció en una apelación con una nueva prueba: un testimonio falso. Pero eso está prohibido por la ley en esa instancia. Cuando decidí ir al Cuartel Modelo para entregarme recibí una llamada advirtiéndome que la Unidad del coronel Zapata tenía orden de “sembrarme” (dispararme). Como vi tanta gente caer y hasta muertos decidí viajar a Panamá y solicité asilo político. Gracias a Dios me lo concedieron.
¿Cómo vivió en ese país centroamericano?
La vida de un exiliado es dura y hay que aprender también a salir adelante, más aún cuando todo un Estado te persigue. Sin embargo, la mano de Dios siempre está a mi lado, yo vivía con lo justo para el alquiler, la comida y el cuidado de mi salud. El exilio te enseña a escribir, a valorarte y valorar más a tu familia, tu gente, cada parte de tu tierra, cada comida, tu música y cada momento junto a los tuyos. Eso es algo que no solo sufre el perseguido, sufre la familia.
Según usted, la ex Senain y el gobierno de Correa gastaron más de $ 7 millones para desprestigiarlo y extraditarlo de Panamá en 2014.
Rafael Correa ordenó que me persigan y eliminen y su Gobierno gastó en el sexto operativo en mi contra
$ 7’108.182,12 para desprestigiarme contratando a las empresas Emerging, de México, y Xima, de Ecuador. Esas compañías crearon contenidos que me criminalizaban en forma pública y digital. Antes de que llegue al juicio yo fui visto como culpable en un montaje de un asesinato del caso Quinsaloma. También para extraditarme me canjearon con el Barco Doria y su tripulación, que fue hallado con 800 kg de droga.
¿Cuantas operaciones hizo contra usted la ex Senain?
El exmandatario ordenó seis operativos en mi contra desde que yo era asambleísta constituyente. Estos operativos constan en los documentos secretos desclasificados y tienen estos nombres: Alcance, Avance, Desarme, Gánster, Independencia y Goliat.
Usted dice que Romero firmó $ 3 millones para esa campaña de desprestigio. ¿Tiene pruebas?
Mis denuncias siempre tienen documentos probatorios. En este caso, por ejemplo, en el documento que dice “secretísimo”, anexo 2, operaciones Secretaría de Inteligencia, del 1 de septiembre al 30 de noviembre de 2013, está la firma de Pablo Romero en la tercera línea, operación Goliat: $ 3’633.288. Pablo Romero deberá decir a la Justicia quién le ordenó hacer estos montajes y operativos en mi contra.
¿Cuánto tiempo estuvo en la cárcel?
Pasé cuatro años, un mes y 16 días. Estuve en seis cárceles: cuatro en Panamá y dos en Ecuador. El ex Gobierno pedía que no me tengan en un solo lugar y pagaron $ 5.000 para instalar una cámara de video en la cárcel la Gran Joya, en Panamá, cuando me movieron de cárcel el director me lo contó y por eso me enteré. En esa cárcel me sacan extraditado al aeropuerto, luego de aplicarme los grilletes, me arrastraron de los brazos y me subieron a una furgoneta blanca. Allí me dijo un guardia ecuatoriano: “Correa te manda a ver”; yo le contesté dónde está ese “zoquete”. Y el guardia me dijo que si seguía hablando me echaba gas lacrimógeno a la cara. En cambio, en Ecuador me quitaron mi Biblia, mis zapatos, mis medidores de azúcar y de presión. Sin embargo, sobreviví gracias a la bendición de Dios. El informe de la Defensoría del Pueblo describe todos los tratos crueles e inhumanos a los que fui sometido por orden del expresidente.
¿Qué opina del caso Sobornos 2012-2016?
El caso Sobornos es una evidencia de la modalidad que utilizaba el gobierno de Correa para robar. El Estado era en sí mismo una organización criminal y los sobornos ocurrían en toda la contratación pública. Pero hay un caso grave que aún no se ha investigado a profundidad.
¿Cuál es ese caso?
Es el de Petrochina, el negocio más grande de la organización criminal del expresidente. Sin concurso, basado en una simulación, entregaron crudo a Petrochina y Petrotailandia. Los intermediarios fueron Enrique Cadena y Antonio Peré, con la participación de funcionarios del exgobierno: Nielsen Arias, exgerente de Comerico Internacional de Petroecuador. A él lo encontré en Alemania abriendo cuentas. Vinicio Alvarado, exsecretario de la Administración Pública, y el exvicepresidente Jorge Glas, eran los grandes operadores de la trama petrolera. Eso denuncié y no perdona Correa porque le llegué a su bolsillo. El expresidente no solo comprometió con la llamada preventa petrolera los ingresos de su gobierno, sino los de gobiernos futuros. Dejó sin ingresos al país por la venta de crudo hasta 2026, según constan en los contratos. Por eso está fregada la economía del país y el Gobierno actual. (I)