Las Fuerzas Armadas del Reino Unido están entre las más sofisticadas y mejor financiadas del mundo. Sin embargo, cuenta con enormes diferencias entre los rangos y escalafones militares más bajos y aquellos de mayor poder.  

El Ministerio de Defensa cuenta con una serie de entidades estatales civiles que ayudan en el desempeño del sector, desde la Royal Fleet Auxiliary, hasta la Policía de Defensa, pasando por el ente de Equipos y Apoyo y la Oficina Hidrográfica. Pero ha sido denunciado recientemente por haber malgastado cerca de $ 50 millones en su intento de semiprivatizar la agencia que compra equipos militares.

El Gobierno quería reunir a un consorcio del sector privado para hacerse cargo del llamado Defence Equipment & Support, pero finalmente abandonó las reformas a finales de 2013, debido a que solo un grupo, liderado por la firma estadounidense de ingeniería, Bechtel, estaba interesado en la compra.  

Las Fuerzas Armadas británicas están compuestas de los siguientes rangos. El puesto más bajo es el de cadete oficial, que se obtiene tras el entrenamiento inicial de rutina, por ejemplo en la Academia Militar de Sandhurst, y por el cual se percibe un salario anual de $ 24.000.

Luego le siguen el rango de segundo lugarteniente (después de otros dos años de entrenamiento); lugarteniente (tres años y a cargo de pelotón de 30 soldados); capitán (cargo de unidad de 120 soldados), mayor (tras 8 a 10 años en servicio); coronel lugarteniente (a cargo de 650 uniformados o 5 subunidades); y coronel (con amplia experiencia y conocimientos de logística).

Entre los rangos más elevados dentro de las FF.AA. británicas están brigadier, general mayor y capitán general. Este último suele ocupar cargos de mucha responsabilidad en el Ministerio de Defensa u otras organizaciones equiparables. Por eso se pagan salarios que rondan entre $ 100.000 y $ 150.000 anuales.

Hay además muchas otras diferencias entre los rangos más bajos y los más altos dentro de las Fuerzas Armadas. Por ejemplo, los sitios donde deben dormir los cadetes y lugartenientes suelen ser muy simples, viviendas comunales sin demasiados lujos, duchas y comedores básicos que deben ser compartidos. La vajilla y cubiertos son también simples, en muchos casos de loza.

Mientras que, por ejemplo, el general Sir David Richards, jefe del Personal de Defensa, recibe un subsidio para vivir en uno de los apartamentos reales del Palacio de Kensington, antigua residencia en Londres de la princesa Diana de Gales. Dicha propiedad le cuesta al erario cerca de $ 500.000 al año en manutención, calefacción y otros costos.

El general Richards come en vajilla de porcelana y cubiertos de plata, y utiliza algunos de los salones más aristocráticos del antiguo palacio londinense, construido en el siglo XVII.

Otro ejemplo es el del almirante Sir George Zambellas, que ocupa el rango más alto dentro de la Marina británica, y que cuenta con un apartamento de lujo en el imponente Admiralty Arch, muy cerca de la céntrica Trafalgar Square de Londres. Esa propiedad es prácticamente subsidiada por el Estado, ya que como alquiler, ambas autoridades no pagan más de $ 750 mensuales, muy por debajo de lo que paga cualquier londinense común.

Los generales y almirantes británicos también reciben subsidios para pagar por servicios domésticos, y en algunos casos hasta cocineros y chefs, mayordomos y choferes personales.

Las casas de estos militares de alto rango, donde suelen ofrecerse cenas de gala a la aristocracia, y al liderazgo político británico, cuentan con antigüedades muy valiosas, cuadros y muebles de época. Este estilo de vida es totalmente opuesto al de un soldado raso, cadete o lugarteniente en Reino Unido, cuyos beneficios son mínimos, ya que suelen vivir en las llamadas dependencias sociales elementales.

Altas jubilaciones

Con respecto a las jubilaciones de las Fuerzas Armadas británicas, se trata de uno de los sistemas más generosos del mundo. Por ejemplo, un comandante de 29 años que planea jubilarse a los 65 años, y que cobra un salario anual promedio de $ 147.000, tras 40 años de servicio terminará cobrando una jubilación anual de $ 85.000, sumado al cobro de un bono único excepto de deducciones impositivas por un valor de $ 255.000. En el caso de un lugarteniente, que planea jubilarse a los 55 años, recibe una pensión automática al año de $ 55.000.

Además, los veteranos de guerra, miembros de las Fuerzas Armadas y sus familias en el Reino Unido reciben una serie de beneficios como subsidios por hijo, por enfermedad, por maternidad, desempleo y alivios fiscales, hasta ayudas para establecerse en el extranjero, subsidios de vivienda, de viaje y para la escolaridad de los hijos.

El Gobierno implementó un pozo de unos 290 millones de dólares para ayudar a soldados británicos a comprar su primera propiedad. El programa, titulado “Ayuda de compra para las Fuerzas Armadas”, permite a los militares pedir prestado hasta el 50% del valor de su salario, sin interés, para la compra de una primera vivienda.

En los últimos meses, Cameron anunció una inversión de $ 280.000 millones en Defensa para la próxima década, incluida la adquisición de 138 aviones de combate F-35. La nueva estrategia de Defensa contrasta con la anunciada hace apenas cinco años, en plena austeridad, con sustanciosos recortes del gasto que le valieron duras críticas a Cameron por comprometer a medio plazo la capacidad defensiva del Reino Unido. (I)

DATOS

Un reciente informe del grupo especializado Instituto Real de Servicios Unidos (RUSI), con sede en Londres, destacó que los niveles actuales de presupuesto para la Defensa británica, “serán suficientes para hacer que Reino Unido mantenga su posición como una de las principales potencias mundiales a nivel militar, como también una de las principales potencias europeas dentro de la OTAN”.

En su Revisión de Defensa de 2013, el ministro de Economía, George Osborne, confirmó que bajo el gobierno de David Cameron el presupuesto para Defensa se mantendrá por sobre el 2% del PIB, a pesar de anunciar recortes a futuro en el número de personal y equipos militares. La amenaza terrorista y el Estado Islámico hicieron replantear a la administración conservadora los recortes.

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Los laboristas lo respaldan

Cameron aboga por permanecer en Unión Europea

El primer ministro británico, David Cameron, advirtió en el Parlamento que la salida de la Unión Europea perjudicaría a la seguridad y la economía. “Cuando se trata de los empleos de la gente, no basta con decir que todo irá bien de la noche a la mañana y que nos arreglaremos”.

“Somos un gran país, y tomemos la decisión que tomemos seguiremos siéndolo. Pero tenemos que elegir entre ser más grandes en una UE reformada o dar un salto a lo desconocido”. Cameron aprovechó para lanzar un dardo a su colega conservador Boris Johnson, el alcalde de Londres, que se desmarcó de él y defendió la salida de la UE.

“No voy a optar a otro mandato, no tengo otra ambición que lograr lo que sea mejor para mi país”, afirmó sin mencionar a Johnson, cuyo posicionamiento fueron atribuidos por muchos observadores a cálculos políticos.

Johnson, con quien fue a la escuela y a la universidad, y uno de los políticos llamados a sucederle, pidió el voto por la salida de la UE en el referendo del 23 de junio.

Cameron respondió a varios diputados conservadores airados que defendieron la salida del país de la UE. En cambio se encontró con el apoyo de los principales partidos de la oposición -laboristas y nacionalistas escoceses- en su defensa de la permanencia al bloque. “El Partido Laborista y el movimiento sindical están abrumadoramente a favor de quedarse porque la UE ha traído inversiones, empleos y protección para los trabajadores y el medio ambiente”, dijo el líder laborista, Jeremy Corbyn.

Según el diario The Times, la mitad, aproximadamente, de los 330 diputados conservadores le darán la espalda a Cameron. El diario The Guardian afirma por su lado que solo los militantes conservadores de dos de sus 70 delegaciones locales están a favor de seguir en la UE.

Pero los acontecimientos de las últimas 72 horas -la cumbre europea, el acuerdo con Londres, la convocatoria del referéndum y las declaraciones de Johnson- impactaron en la libra esterlina, que cayó a su nivel más bajo desde marzo de 2009.

“Un cara a cara entre el primer ministro y el alcalde de Londres (cuando son del mismo partido) provoca inquietud considerable en el mundo de los inversores, y es por eso que abandonan la libra para buscar la seguridad relativa del dólar, al menos por el momento”, explicó Augustin Eden, analista de Accendo Markets. La Comisión Europea anunció que no tomará parte en la campaña del referendo británico. (I)