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Los uniformados aportan el 6% de su salario y el Estado el otro 6%

Un general retirado en Perú percibe al mes el 85% de su sueldo

Soldados peruanos montan guardia en zona del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro, donde se instalaron bases contra terroristas.
Soldados peruanos montan guardia en zona del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro, donde se instalaron bases contra terroristas.
Foto: Cortesía Ministerio Defensa de Perú
20 de febrero de 2016 - 00:00 - Por Víctor Vimos, corresponsal en Lima

Con la llegada de Ollanta Humala, un militar en servicio pasivo, a la presidencia del Perú se entendió que el cuerpo militar sería uno de los más beneficiados en cuanto a mejora de salarios y pensiones de jubilación. Pero, a escasos meses de que termine su mandato esta parece una suposición falsa.

Una serie de leyes y enmiendas emitidas en 2012 sobre los salarios militares buscaron mejorar los ingresos del personal activo y pasivo. Se aumentó la tasa salarial en un tramo de cinco etapas. Sobre el ingreso bruto se calculó un incremento de 1.165 soles ($ 330) divididos en cinco entregas.

Lo que no se advirtió entonces es que el aumento no se lo realizaría de forma directa a la tasa de ganancia, sino en forma de bonos o compensaciones, una estrategia que, llegado el momento de retiro del personal, afectaría sustancialmente a la jubilación, pues está se calcularía a partir del ingreso neto, es decir, el mismo sueldo que se percibía hace 4 años.

Esta acción ha originado duros detractores durante el gobierno de Humala. Por un lado, las voces han pedido de forma insistente que se dé paso a una homologación salarial (una propuesta es que el sueldo sea el 75% de lo que recibe un congresista). Por otro se plantea “sincerar” los aumentos, de tal forma que estos cuenten para fijar la pensión de retiro.

La respuesta del Ejecutivo ha sido evasiva y en más de un caso ha significado la protesta de los reservistas del país. Y es que, con un sistema de pensiones que no ha variado sus presupuestos en los últimos 30 años, la jubilación de militares es uno de los temas más sensibles en el vecino país.

Fundada en 1910, con la emisión del Reglamento de Pensiones Militares, la Caja de Pensiones Militar-Policial es el ente encargado de administrar los fondos previsionales de los uniformados.

La tasa de aporte que maneja (12%) está compuesta por un capital mixto: 6% se descuenta del sueldo del miembro de las Fuerzas Armadas y el otro 6% lo pone el Estado. Es un aporte muy bajo, en comparación con otros ejércitos de la región, como los casos de Argentina o Colombia en los que la tasa  bordea el 25%.

Además de su trabajo natural, la caja mantiene una participación activa en el mercado hotelero, automovilístico, de la vivienda, entre otros, con el fin de diversificar sus inversiones y asegurar el buen cuidado de los fondos recaudados.

Los aumentos que se experimentaron para el personal activo también tuvieron un eco, aunque mínimo, en las pensiones de los militares en retiro.

Para ellos, el alza  desde 2012 hasta la fecha ha bordeado los 200 soles en total ($ 57 en promedio). Ese monto también fue entregado en cinco partes, a razón de unos $ 10 por año. “Se trata de aumentos irrisorios frente a la economía del país. Hablamos de una institución (la Caja de Pensiones) que vive una crisis aguda desde la época del fujimorismo y en la que nadie ha querido implantar orden. El resultado está a la vista: jubilaciones que son un saludo a la bandera”, señala el jurista Walter Albán.

Esa crisis recuerda el paso que Vladimiro Montesinos diera por los fondos previsionales de los militares. Se trató de una serie de desfalcos sistematizados (se calcula que en total desaparecieron $ 285 millones) orquestados por una estructura que, según las denuncias, abarcaría al menos unas 500 personas, entre altos mandos, empresarios y políticos. De ese dinero, y a pesar de que las vías legales para su recuperación han sido agotadas, no se supo nada más.  

Diferencias de sueldos entre generales y la tropa

Por eso, con 37.563 aportantes, la Caja de Pensiones Militar-Policial advierte un déficit anual de 25 millones de soles ($ 7,1 millones), un vacío que pasa factura a los militares en servicio pasivo.

Pero en el mismo cuerpo militar los efectos han sido repartidos de forma desigual. Un general que pasa al retiro, por ejemplo, recibirá como pensión jubilar hasta el 85% del sueldo al mes, ubicado ahora en $ 3.000 en promedio). Un miembro de la tropa, en cambio, podrá obtener como mucho el 65%, siendo como tope el valor de 4.100 soles ($ 1.100 en promedio).

Se trata así de un tema sensible y poco debatido en Perú. La falta de actualización sobre el salario neto de los militares ha hecho, en más de una ocasión, que el servicio que brindan al Estado sea permeado por casos de corrupción y delincuencia.

Los implicados siempre responden que una de las razones sustanciales para delinquir es la escasez de salario que reciben. (I)

DATOS

El presidente peruano, Ollanta Humala, visitó Cuba y ratificó el buen nivel de las relaciones entre los dos países.

El jueves Humala conversó con su homólogo cubano, Raúl Castro, tras rendir tributo al Héroe Nacional José Martí en el memorial dedicado al prócer independentista, en la Plaza de la Revolución.

Ambos presidentes intercambiaron opiniones sobre el estado de las relaciones bilaterales y coincidieron en la voluntad de fortalecer los vínculos históricos.

A su llegada a Cuba, Humala subrayó el interés de ampliar el comercio bilateral e informó sobre el próximo arribo a la isla de una delegación de empresarios de su país para explorar las oportunidades de negocio. Quiere aumentar la cooperación en áreas como la medicina y la educación.

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