El presidente Antonio Flores Jijón fue el primer mandatario de la historia ecuatoriana que nació en el Palacio de Carondelet.

Juan José Flores, su padre, apenas fue posesionado como Jefe de la Nación, llegó con su esposa a la sede ejecutiva y ahí nació Flores Jijón. La tradición de aquella época exigía que las mujeres den a luz en el palacio. En ese entonces, los aposentos se encontraban en el ala sur de la sede.

Hay otra curiosidad para contar. El presidente Gabriel García Moreno, literalmente, presenció su funeral. Cuando falleció, los restos mortales del dignatario no se depositaron en un féretro como se lo hace habitualmente para la velación. En su lugar, el cuerpo fue colocado de pie bajo especial resguardo. Esta ceremonia se realizó porque era una costumbre en Europa y además, García Moreno era muy católico y aferrado a las costumbres, señalan la literatura histórica.

Esas son algunas de las anécdotas que comparten los guías del museo de Carondelet cuando cumplen una visita guiada por los pasillos del palacio.

Un equipo de guías recorre los exteriores de la sede para enseñar a los visitantes algo más de la historia ecuatoriana.

Desde agosto de 2007, ellos realizan recorridos por las instalaciones de la Presidencia y explican cada detalle que aparece en los salones y corredores de la infraestructura.

Además de los recorridos, se han realizado exposiciones temporales de artistas nacionales. Entre 2011 y este año se han elaborado cerca de 20 exposiciones con una duración de entre 2 y 3 meses cada una.

Los trabajos de aproximadamente 100 artistas (pintores, escultores, creadores visuales) se han expuesto en Carondelet de forma individual y colectiva.

Este servicio lo desarrolló la Dirección de Gestión Cultural de la Presidencia, tras la disposición del presidente Rafael Correa.

Solo entre 2010 y noviembre de 2015, un total de 875.056 personas han visitado el lugar.

El mayor ingreso fue de turistas nacionales con 526.313, ubicándose en el primer lugar de número de visitas. En segundo lugar se encuentra el público estudiantil con 141.735, en tercero están los extranjeros con 139.160 y en cuarto se ubica el 'Relevo de Guardia' con 67.848. En este último destacan grupos de escuelas, colegios, centros de acogida y proyectos salesianos que son invitados especialmente para la ceremonia militar.

Cristina Reinoso, guía del Museo, explicó cómo se han organizado para atender a una demanda tan grande, a pesar de que cuentan con un equipo de solo 11 guías.

Los días normales vienen 8, los otros 3 empleados se encuentran en día libre porque tienen que cumplir turnos rotativos, de fines de semana y de feriados. Cada 15 minutos, cada uno cumple con un recorrido; en promedio realizan 5 itinerarios al día (alrededor de 41 rutas diarios en total).

Reinoso se dedica a esta actividad desde 2013. Antes, trabajó en la empresa Ferrocarriles del Ecuador, por lo que no es nueva esta labor que la cumple con mucho gusto ya que disfruta el contacto de la gente.

Los momentos más gratificantes son cuando conoce personajes destacados. Entre ellos, recordó, el alcalde de Berlín y los mandatarios de Uruguay, Brasil y Chile.

"La gente se va contenta. Vienen personas de la tercera edad y nos cuentan que siempre les ha dado curiosidad conocer el Palacio, también llegan hijos de los migrantes y eso es gratificante", comentó.

El personal a cargo tiene muchas responsabilidades, entre ellas atender las curiosidades de los turistas. Por eso es que tampoco tiene que haber límites al momento de comunicarse.

Cada uno tiene su formación en otros idiomas. Luisa Martínez por ejemplo, es guía desde hace 5 años. Domina el inglés y el francés. Ella estudió en la Universidad de Especialidades Turísticas. La primera lengua aprendió en la Escuela Politécnica Nacional y el segundo idioma, en la Alianza Francesa.

Ese no es el único reto. Ellos también tienen que satisfacer las inquietudes de los visitantes. Luisa reconoció que hubo ocasiones en las que varios historiadores le han hecho preguntas difíciles. "Es un reto, porque ellos conocen a detalle de importantes acontecimientos, pero también es un intercambio de conocimiento".

Los guías tampoco pueden dejar de actualizar sus conocimientos. Si bien realizan los recorrido cumpliendo una ruta y un guión, no significa que ahí culmina su labor. Ellos acuden permanentemente a páginas y textos de historia republicana. Uno de estos se elaboró durante el régimen de Sixto Durán Ballén con la Academia de Historia en el que se explicaron los cambios

arquitectónicos que se dieron en el palacio. Ese es uno de los que más revisan porque se encuentran detalles que les llama la atención a los visitantes, refirió Fredy Quintanilla.

Este guía reconoció que tiene un especial apego por muchas anécdotas que vivió en Carondelet. Desde 2007 se dedica a esta actividad con el público externo del palacio. Pero, antes (2001) fue mesero en la presidencia. Obtuvo su título en la Universidad Central como licenciado en Turismo Histórico Cultural. Luego de que el presidente Correa dispusiera los recorridos en la sede,

Fredy habló con el mandatario y le contó de su nueva especialización. Así cambió su cargo, en coordinación con la Dirección de Cultura.

Aunque Fredy disfruta del contacto con la gente, también tiene buenos momentos cuando asistía en los banquetes. Contó con orgullo conocer al expresidente de Cuba, Fidel Castro y al exmandatario de Estados Unidos, Bill Clinton. (I)