Los 23 gobernadores, 740 tenientes políticos y 221 jefes políticos del país se reunieron hoy con el presidente Rafael Correa, el vicepresidente Jorge Glas y varios ministros de Estado. La cita se llevó a cabo en el auditorio del Colegio Experimental 24 de Mayo, norte de Quito.

La cita se efectuó en el marco del anuncio de un paro nacional a realizarse el próximo 13 de agosto y dentro de la convocatoria del Diálogo Nacional por la Justicia Social y la Equidad.

El Jefe de Estado, en sus declaraciones ante la prensa, insistió que el paro nacional es más bien un golpe blando, que es una técnica que emplea pasos como ablandamiento, deslegitimación, calentamiento en las calles, para desgastar al gobierno e incluso desestabilizarlo.

Por ello, el Jefe de la Nación advirtió que el régimen responderá ante esta postura con “más trabajo y con mucho más amor por la patria nueva”. “¿Acaso no vivimos eso durante décadas, palos, piedras, paros, cierre de carreteras?,¿qué logramos con todo aquello?”, cuestionó y añadió que esa movilización vendría de la mano en “complicidad” con ciertos medios de comunicación.

El ministro del Interior, José Serrano, de su lado, señaló que por segunda vez las fuerzas de la “contrarrevolución” buscan derrocar al presidente. Recordó que la primera vez fue el 30 de septiembre de 2010 donde intentaron un golpe de Estado que no lo consiguieron. Por ello llamó a respaldar al presidente Correa y al proceso de Revolución Ciudadana.

La secretaria Nacional de Gestión de la Política, Viviana Bonilla, se sumó a ese criterio. Señaló que responderán con mayor trabajo “como una muestra de rechazo” e instó a las autoridades a construir este proceso en sus territorios y generar estrategias locales para defender el proyecto político. “El diálogo nacional debe ser un proceso de tejido social”.

Para ello dijo que se requiere contar con una base sólida y respaldo popular y el rol de las autoridades es “vital”.

El ministro de Defensa, Fernando Cordero, en cambio invitó a debatir a todos los sectores a mantener un diálogo abierto. “No vamos a caer en ninguna forma de violencia”, insistió.