El presidente de la Cámara de Diputados de Chile visitó el país tras una invitación de su par Gabriela Rivadeneira, titular de la Asamblea Nacional. Aldo Cornejo González anunció que su país también trabajará en una nueva Constitución y confirmó que están interesados en conocer más detalles sobre la recientemente aprobada Ley deRecursos Hídricos.

A nivel legislativo, ¿cuál es el propósito de su visita a Ecuador?

Mi presencia reafirma la decisión política de Chile de continuar y profundizar esas buenas relaciones que tenemos desde hace muchos años. Con la Asamblea ecuatoriana firmamos un convenio sobre el uso y el buen manejo de ambas bibliotecas. El Congreso de Chile tiene la mejor biblioteca y nos pareció bueno compartirla y trabajar en conjunto con el Parlamento local.

¿Este intercambio posibilita que Ecuador sea un referente para alguna reforma en su país?

Estamos iniciando en Chile una ambiciosa reforma educacional y durante mi visita quedé impresionado de que el canciller Ricardo Patiño manejara con precisión estos temas. Con ello se analizó la iniciativa de la presidenta Michelle Bachelet para que el país cuente con otra Constitución el próximo año, siendo uno de los ejes fundamentales en su nuevo proyecto político. Aquí hubo una Constituyente en 2008 y nos interesa conocerla.

¿Cuáles son los antecedentes para realizar una nueva Carta Magna?

Nuestra Constitución es de 1980 que se originó durante la dictadura militar, la misma que ha sufrido modificaciones y quizá la más importante fue en 2005 en la administración de Ricardo Lagos. Creo que tiene un problema de origen. El chileno siente ahora, con más fuerza que nunca, que esa Constitución tiene un origen dictatorial y que no da cuenta del país que ahora tenemos.

¿Qué es lo que urge cambiar?

Aún no se resuelve cuál es el procedimiento previo para viabilizar este proyecto, pero este libro consagra un sistema electoral que ya estamos cambiando, que lo hizo la dictadura para mantener su derecho al voto en el parlamento; un Tribunal Constitucional con facultades -a nuestro juicio- exagerada. Distintos tipos de leyes que para modificarlas se requiere un quórum muy alto que no hemos tenido nunca en muchos años, ni siquiera ahora que tenemos mayoría parlamentaria.

¿Ecuador es referente para alguna ley que se discuta en Chile?

Vamos a discutir un tema que en Ecuador ya se aprobó, que es la Ley de Aguas. En Chile es muy importante y tenemos que resolverlo, discutir cuál será el rol del Estado, si la Constitución va a consagrarla junto a la salud como un derecho social. En fin, hay un conjunto de realidades nuevas porque Chile vive otras realidades. Como lo dijo un destacado sacerdote jesuita, la Constitución es como una camisa de fuerza, el país ha cambiado, ha crecido y tenemos la misma camisa del año 80. Eso justifica tener una nueva Constitución con un origen y contenido democráticos.

¿Chile busca una normativa similar a la ecuatoriana?

A nosotros nos interesa conocer esta experiencia, pero no significa que Chile seguirá el mismo camino, cada uno resuelve las cosas según sus propias características e idiosincrasia, pero siempre es bueno intercambiar experiencias. El tema del agua nos interesa mucho. He pedido a la presidenta de la Asamblea información para estudiarla con tranquilidad.

¿Cuál es la participación de las organizaciones indígenas en su país? ¿Serán consideradas en la socialización del proyecto de ley?

Chile tiene una deuda de muchos años con estos grupos. En el tema del agua ellos jugarán un rol fundamental. Hoy día el tema indígena, particularmente situado en la araucanía, es un asunto de preocupación y ocupa el primer lugar en la agenda política. Lo que se propone hoy en día para la nueva Constitución es el reconocimiento constitucional que hoy no existe. Con ello, la presidenta Bachelet anunció la representación parlamentaria de los pueblos indígenas que tampoco la tienen hoy, y eso no solo rige para el pueblo mapuche sino para la etnia rapa nui. Se está por enviar al Congreso Nacional la creación del nuevo Ministerio de Patrimonio y Cultura, que todavía está en consulta con los pueblos indígenas de acuerdo con el convenio 169.

La discusión en torno a la gratuidad de la educación sigue latente en la agenda política chilena, incluso, colocó legisladores en el último proceso electoral. ¿Cuál es la propuesta?

A partir de que en Chile se reconoce que la educación es un derecho social, el Estado está llamado a jugar un rol importante, no solo desde el punto de vista educativo en todos los niveles sino también en asegurar educación gratuita de calidad, fiscalizar y terminar con el lucro en la educación. Desgraciadamente en Chile la educación en los últimos años se convirtió en un negocio. No es aceptable que se pueda lucrar con subsidios del Estado. Por lo tanto, la Presidenta ha planteado el fortalecimiento de la educación pública, término del lucro, gratuidad y fortalecimiento de un mecanismo de fiscalización especialmente en la educación superior. Esto es absolutamente distinto a lo que el expresidente Sebastián Piñera estaba impulsando. Esta no es una crítica, él tenía otra visión y era una persona de derecha. Este es un gobierno de centro izquierda.

¿Y cómo avanza la reforma tributaria en su país?, ¿cuál es su finalidad?

Esta reforma, que será despachada a fines de agosto, busca recaudar $ 8.200 millones con el fin de generar mayor justicia tributaria. Es decir quienes tienen mayores ingresos tendrán que pagar más. Es importante ya que con su vigencia, esos recursos serán comprometidos en el financiamiento de la reforma educativa y el fortalecimiento de la salud pública.

¿Cuál es la agenda legislativa prioritaria para Chile?

Se prevé despachar la reforma tributaria a fines de agosto. Y está en análisis la reforma educativa. Se prevé despachar un cambio en el sistema electoral de la dictadura por uno proporcional, pues este sistema premia que las minorías tengan derecho al veto. En septiembre empezamos a discutir la ley de presupuesto.