Especial coronavirus
Klaus Jungbluth: “Australia tiene el virus controlado”
“Mi familia y yo vivimos en Australia desde hace tres años, en una zona que se llama Sunshine Coast, donde hay 350 mil habitantes (la población total de Australia es de 26 millones).
Desde que se presentó el primer caso en Australia, hace un mes y medio, el Gobierno empezó a imponer ciertos cambios y reglas para evitar los contagios y la propagación del virus. Estas disposiciones iban cambiando día a día conforme el número de casos iba aumentando.
Debido a que el país es grande y su población no es numerosa con relación al área del país, no han habido muchos casos (casi 6.000) ni muchos muertos (53 hasta el miércoles pasado). En la zona donde vivimos nosotros hay solamente 80 casos.
Las restricciones se han vuelto más severas en los últimos días. Solo está permitido salir a hacer cosas esenciales como supermercado, farmacia, citas médicas, trabajo (si no es posible que trabaje de casa) y ejercicio.
Al igual que en otros países, piden tener el distanciamiento entre personas de al menos un metro. Restaurantes, bares y distintos negocios han tenido que cerrar.
Yo estoy en Australia haciendo un doctorado en fisiología y estoy terminando mi primer año. El proyecto está suspendido dado que la universidad está cerrada. Pero también trabajo como fisioterapeuta en un asilo de ancianos. Y es a eso que me he estado dedicando casi de lleno desde que empezó la crisis sanitaria.
Mi preparación deportiva no se ha visto afectada, dado que yo entreno por las mañanas y lo hago solo. Únicamente no puedo ir al gimnasio a hacer mis sesiones de pesas, pero lo hago en casa con algunos equipos que tengo a disposición.
Lo que sí se ha visto afectado son mis viajes a campos de entretenimiento y competencias. Tenia planificado un campo de entrenamiento y hacer cinco carreras en Islandia a fines de marzo, pero esto se canceló.
Australia tiene ya la situación bajo control (los casos ya van decreciendo) y no hay restricciones tan severas que no nos permitan salir de casa a hacer cosas esenciales, ni un límite de salidas o por horarios. La escuela de mis hijas (4 y 6 años) sí esta cerrada pero hacen actividades en casa con mi esposa.
Soy guayaquileño y estoy al tanto de lo que sucede en la ciudad. Con mucha preocupación leo las noticias. Mis padres están en Guayaquil con mi hermana, aislados en casa. Mi hermana es la única que sale para hacer las compras y cosas necesarias. Todos tenemos un papel importante en ganar la batalla al virus y esto incluye seguir las normativas que nos dan las autoridades”. (I)