Comer la rosca de Reyes el 6 de enero de cada año es una de las costumbres gastronómicas más arraigadas en España.

Pero, en lo últimos años, esta dulce tradición se ha ido popularizando también en nuestro país para festejar el Día de Reyes.

Cada vez es más común ver que en Ecuador, las familias o amigos se reúnen para degustar un bollo de pan dulce, relleno con crema pastelera, manjar o chocolate y adornado con frutas secas y crema.

Es común esconder una figura dentro del roscón, puede ser una corona, una campana, la figura de Jesús o la de uno de los tres reyes magos.

Quien obtenga en esta representación será quien brinde el roscón el próximo año, según las costumbres ecuatorianas.

¿Cómo surgió la tradición del roscón de Reyes?

Según Infobae, el roscón de Reyes celebra el día de la Epifanía del Señor, que religiosamente hace referencia a la ‘manifestación’ de Jesús en el mundo y su revelación a los Reyes de Oriente.

No obstante, su origen no tiene que ver con la tradición religiosa, sino con una celebración pagana.

La historia del roscón de Reyes se remonta a la antigua Roma, específicamente a la celebración de Las Saturnales, también conocida como la Fiesta de los Esclavos.

Esa celebración se conmemoraba en diciembre con el objetivo de festejar el nacimiento de un nuevo período de luz y el final del duro trabajo en el campo.

Durante esa época del año se elaboraban unas tortas de forma redonda, con dátiles, los higos o la miel, que se repartían entre los esclavos como regalo por el trabajo bien hecho.

Luego, en el siglo III, se introdujo la tradición de esconder en el rosco un haba seca, según registros históricos. Esta legumbre era un símbolo de prosperidad y quien la encontraba era nombrado ‘rey de reyes’.

Este premio, otorgaba a uno de los esclavos el privilegio de quedar libre durante los días de celebración de Las Saturnales.