Scotland Yard previno 13 atentados terroristas en Gran Bretaña desde junio de 2013, los cuales en caso de haberse ejecutado habrían provocado la muerte de decenas de personas y caos en el sistema de transporte del país.

El asistente para el alto comisionado de la Policía Metropolitana, el detective Mark Rowley, explicó que además de prevenirse los ataques terroristas, se abrieron 500 investigaciones por delitos de terrorismo.

El subcomisario hizo el anuncio al tiempo de lanzar una campaña pública, denominada ‘La acción detiene al terrorismo’, por la cual instó a la población a denunciar a personas o actos sospechosos en la vía pública.

Rowley explicó que la información confidencial provista por la población ayudó a la Policía en un tercio de todas las investigaciones por terrorismo realizadas en los últimos cuatro años.

Además, sirvió para desbaratar algunos de los 13 atentados terroristas planeados desde 2013 en Gran Bretaña.

“Esa información puede ser el cambio de comportamiento de una persona, alguna actividad que resulte sospechosa o acerca de material peligroso vinculado a un acto de terrorismo”, agregó.

“En algunos casos, esa información provista por la población puede dar suficientes indicios para abrirse una investigación, puede corroborar sospechas que los detectives ya tenían en un caso determinado, o incrementar la evidencia para procesar a una persona o grupo”, continuó el asistente para el alto comisionado de Scotland Yard.

Sin embargo, Rowley admitió que aunque hay muchas personas que ayudan dando su testimonio de forma confidencial, hay otras “que aún se muestran algo reticentes” a hablar por temor de que la Policía no resuelva el caso.

“Pido a la gente que confíe en su instinto y no se guarde información cuando sospecha de algo potencialmente grave”, señaló.

De acuerdo con datos oficiales, los servicios de seguridad británicos arrestaron en promedio a una persona a diario desde 2014 como parte de investigaciones de terrorismo en el país.

Desde hace dos años el nivel de alerta por atentados terroristas en Gran Bretaña sigue siendo “severo”, que implica que un ataque en el país “es altamente probable”.

La mayor parte de las amenazas proviene del llamado Estado Islámico (EI), aunque detectives de Scotland Yard revelaron que Al-Qaeda también presenta un alto riesgo para Reino Unido, como grupo de extrema derecha.

Rowley explicó que la Policía británica enfrenta una gran cantidad de amenazas y desafíos, incluyendo métodos de comunicación cifrada, propaganda y el combate de posibles atentados.

El último atentado terrorista en el país ocurrió el 7 de julio de 2005, cuando cuatro atacantes suicidas detonaron sus mochilas cargadas de explosivos en tres vagones del metro de Londres y en un autobús que atravesaba la céntrica Russell Square en la capital, provocando 56 muertes y más de 700 heridos.

Esos fueron los actos de terrorismo más sangrientos en el Reino Unido desde la muerte de 270 personas en el atentado de Lockerbie (Escocia) en 1988 y los más mortíferos en Londres desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

“En estos momentos nos preocupa desde ataques muy simples con cuchillos, hasta atacantes que buscan atropellar a peatones con vehículos pesados, pasando por atentados más complejos con armas de fuego y bombas”, explicó Rowley.

Desde marzo de 2015 hasta el mes pasado, la línea telefónica anti-terrorista de la Policía británica recibió más del doble de llamados comparado con el año previo, hasta 22.000 en total.

Como parte de su campaña nacional, Scotland Yard elaboró además un sondeo a 2.000 adultos, que concluyó que para la mayoría de la población es importante que las distintas comunidades del país cooperen con la Policía para derrotar el terrorismo. (I)

DATOS

Londres es la ciudad que más terroristas islámicos acoge de todo Reino Unido, según un estudio realizado por Hannah Stuart para The Henry Jackson Society.

Desde el año 1998, el 43% de los terroristas detenidos por delitos relacionados con el Estado Islámico en Reino Unido procedía de Londres. La zona este de la ciudad es el hogar del 50% de los delincuentes, la mayoría pertenecía a los condados de Tower Hamlets, Newham y Waltham Forest.

La segunda región más frecuentada por estos delincuentes fue West Midlands, donde vivía el 18% y la mayor parte de ellos provenía de Birmingham. El informe reveló también que el número de casos de terrorismo en Reino Unido se triplicó en los últimos cinco años, mientras que los delitos relacionados con islamitas se duplicaron entre 2011 y 2015.