Los refugiados palestinos en el Líbano celebraron hoy con marchas y música la liberación por parte de Israel de 477 presos a cambio de la libertad del soldado Guilad Shalit, que había sido secuestrado por el movimiento islamista Hamas en 2006.

En los campos de refugiados, donde viven cerca de 400.000 palestinos -algunos desde 1948-, cientos de personas alabaron al citado grupo, que gobierna en Gaza, y exigieron la liberación de todos los presos palestinos encarcelados en Israel.

El intercambio, efectuado esta mañana tras años de duras negociaciones, fue seguido con atención por los refugiados, así como los discursos pronunciados por los líderes palestinos desde Ramala y Gaza.

En el campo de Al Baas, situado en la región sureña de Tiro, Hamás organizó una manifestación en la que participaron representantes políticos libaneses y palestinos, así como refugiados de distintas zonas del sur.

Durante la marcha, Yihad Taha, miembro de Hamás, aseguró que "hoy comenzó una nueva etapa de victoria que dará los derechos legítimos al pueblo palestino".

"Este día constituye una victoria nacional muy grande y un hito histórico para nuestro pueblo y nuestra nación ya que la resistencia demostró que escogió la vía justa", subrayó Taha, cuyas palabras fueron ofrecidas por la televisión libanesa.

En declaraciones recogidas también por la cadena, el jeque Ahmad Murad, representante del grupo chií libanés Hizbulá, instó, por su parte, a la resistencia palestina a capturar más soldados porque "ese es el único modo para liberar a los prisioneros tras el fracaso de los demás medios".

La misma opinión expresó Sader Daud, representante del también grupo chiíta libanés Amal, quien felicitó al pueblo palestino por la "victoria" y animó a todos los grupos a reunirse en torno al programa de la resistencia palestina.

De la misma manera, jóvenes nacionalistas árabes salieron a las calles en la ciudad septentrional de Trípoli y repartieron dulces para celebrar la liberación de los prisioneros.

En un comunicado, felicitaron a la nación árabe y musulmana por dicha liberación y aseguraron que "el enemigo (Israel) no comprende más que la fuerza".

"El diálogo no conduce a nada por eso hay que reunirse en torno a la resistencia", agregó.

Las autoridades libanesas también se congratularon del acuerdo, instaron a la liberación de todos los presos y pidieron a Israel que se comprometa con la iniciativa árabe de paz de 2002.

Esta iniciativa, adoptada en la cumbre árabe de Beirut de ese año, propone la normalización de las relaciones entre los países árabes e Israel a cambio de que, entre otras condiciones, éste se retire de los territorios ocupados en 1967.