Preso palestino abandona huelga de hambre
El preso palestino Jader Adnan, detenido sin cargos desde diciembre por el Ejército israelí, puso fin este martes a su huelga de hambre tras 66 días sin comer en protesta por su arresto sin acusación y supuestos malos tratos por parte de soldados israelíes.
El ministro palestino de Asuntos de los Prisioneros, Issa Karaka, confirmó a Efe que Adnan, protagonista de la huelga de hambre más prolongada de un palestino preso por Israel, acordó dar por terminada su protesta, una hora antes de que el Tribunal Supremo israelí estudiara esta mañana un recurso de su cliente.
En una rueda de prensa posterior en el poblado de Arabe, en el norte de Cisjordania y de la que es natural el recluso, el abogado anunció que comería por primera vez a las a las 19.00 hora local (17.00 GMT).
Karaka explicó que Adnán, de 33 años y ex portavoz de la Yihad Islámica, había llegado a un acuerdo con la fiscalía israelí por el que será dejado en libertad el próximo 17 de abril, cuando se cumplan los cuatro meses de prisión administrativa, informa la agencia oficial Wafa.
Por su parte, Siván Weizman, portavoz del Servicio de Prisiones de Israel, confirmó a Efe el acuerdo y que el palestino "se había comprometido a abandonar la huelga".
El anuncio evitó un debate en la más alta instancia de la justicia israelí sobre la legalidad del arresto administrativo que el Ministerio fiscal quería evitar a toda costa.
Los "presos administrativos" son una figura legal que permite a los tribunales militares israelíes en los territorios ocupados encarcelar a una persona sin presentar cargos y en base a pruebas secretas que ni el preso ni su abogado conocen.
Son practicados casi rutinariamente por los organismos de seguridad cada vez que necesitan información de algún sospechoso o quieren impedirle entrar en contacto con otros.
Hoy, con motivo del recurso en el Tribunal Supremo, la ONG israelí de derechos humanos Betselem denunció un "fuerte incremento" de estos casos, de 219 en enero de 2012 a 309 en el primer mes de este año.
"La detención administrativa es una detención sin juicio que tiene como objeto impedir que una persona cometa un acto que podría poner en peligro la seguridad pública. La forma en que Israel utiliza la detención administrativa es claramente ilegal", aseguró Betselem en un comunicado en el que llama a "imputar o liberar" a todos los reclusos en esta situación.
Durante la Segunda Intifada Israel llegó a tener cerca de un millar de casos, sobre todo sospechosos de estar involucrados en la planificación atentados suicidas, tenencia de armas y explosivos, y otras acciones de carácter armado.
Esta práctica trata de dotar al servicio secreto Shabak de una mayor agilidad y libertad para interrogar a sospechosos, sobre todos aquellos en posesión de información sensible en momentos críticos.
Sin embargo, son numerosos los casos de abuso que han sido denunciados bien porque fueran innecesarios, menores o porque se les haya dejado años sin pasar por un juzgado.
En el caso de Adnán, que también estuvo preso en la Autoridad Nacional Palestina (ANP) según la edición electrónica del diario Yediot Aharonot, se trata de su tercer período como preso administrativo.
En este caso es sospechoso de haber participado en la organización de actos de la Yihad Islámica -considerada organización terrorista en Israel, EEUU y la UE-, a la que habría transferido donaciones de particulares para sus actividades y de estar en contacto con los dirigentes de la organización en Siria.
También ha cumplido condena en una prisión israelí por militancia en banda terrorista y el servicio secreto lo considera uno de los dirigentes de la Yihad Islámica en el norte de Cisjordania.
La decisión de Adnan tiene lugar cuando su salud se encuentra gravemente afectada por la falta de alimentos y los médicos y abogados habían advertido repetidamente sobre su riesgo de muerte.
En la rueda de prensa su abogado aseguró que seguirá de cerca el estado de salud de su cliente, que se encuentra en el hospital de la ciudad de Safed, en el norte de Israel.
El diputado árabe israelí Ahmed Tibi, que lo visitó hoy en el centro médico mostró su satisfacción con el acuerdo y advirtió que "su muerte podría haber encendido los territorios ocupados", "menos mal que ha terminado así".
El caso de Adnán había llegado a preocupar a los gobiernos europeos y de EEUU, que pidieron a Israel tener en cuenta las circunstancias particulares del caso y dejarlo en libertad.