Miles de palestinos asistieron el jueves a las exequias de Mahmud Badran, abatido el martes por el ejército israelí, que admitió haber disparado por error contra el adolescente y sus primos.

La madre del adolescente se dirigió a la multitud para reclamar justicia, antes de que el cortejo fúnebre saliera del domicilio familiar en Ur el Tahta, cerca de Ramala (en Cisjordania ocupada).

"No ha sido un error, tienen que rendir cuentas, la justicia tiene que tomar las cosas en mano", dijo la madre.

Es una injusticia. Todo el mundo tiene que oír hablar de mi hijo, porque ha sido víctima de una terrible injusticia, como todo el pueblo palestino", agregó.

Mahmud Badran, de 15 años, volvía la madrugada del martes con cuatro primos de un parque acuático, cuando su coche fue blanco de disparos del ejército israelí.

Los demás ocupantes del vehículo resultaron heridos.

En un primer momento, el ejército afirmó que había efectuado disparos contra jóvenes que tiraban piedras y cócteles molotov contra vehículos de israelíes que circulaban por una carretera de Cisjordania.

Pero por la mañana una portavoz del ejército dijo que "según los primeros elementos de la investigación, parece que personas ajenas a los incidentes fueron alcanzados por error".

La portavoz respondió el jueves afirmativamente cuando se le preguntó si esas sospechas se habían confirmado e indicó que "la policía militar abrió una investigación".

Los dirigentes palestinos denunciaron "un asesinato a sangre fría" y la oenegé israelí B'Tselem de defensa de los derechos humanos afirmó que Badran y sus primos fueron blancos "de tiros intensos e injustificados". (I)