Los Nobel de la Paz claman contra la impunidad frente a la violencia sexual
La activista iraquí Nadia Murad y el médico congoleño Denis Mukwege exigieron este lunes 10 de diciembre al recibir el Nobel de la Paz en Oslo el fin de la impunidad de la violencia sexual en conflictos armados y un compromiso internacional para llevarlo a cabo.
Cuando se cumplen 70 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos, pidieron protección para las minorías y considerar la violencia sexual como abuso de esos derechos, con especial atención a niños y mujeres, "víctimas invisibles del horror de la guerra", en palabras de la presidenta del Comité Nobel Noruego, Berit Reiss-Andersen.
Mukwege y Murad han sido galardonados por visibilizar y combatir la violencia sexual como arma de guerra. El congoleño, por ayudar a las damnificadas del conflicto bélico en su país, y la iraquí, por su condición de víctima y por denunciar públicamente los abusos.
"Los responsables de violencia sexual contra los yazidíes y otras mujeres y niños deben ser perseguidos. Sin justicia, ese genocidio se repetirá contra nosotros y otras comunidades vulnerables", dijo Murad, perteneciente a esa minoría religiosa kurda y que fue secuestrada por el Estado Islámico (EI).
Pese a los esfuerzos en el Congo, la tragedia humana seguirá "si los responsables no son perseguidos", ya que solo la lucha contra la impunidad puede romper la "espiral de violencia", sostuvo Mukwege.
Murad -que perdió a su madre y seis hermanos, historia "similar" a la de cada familia yazidí- denunció que más de 6.500 mujeres y niños de esa minoría fueron vendidos, comprados y sufrieron abusos y que se desconoce el destino de otros 3.000 en manos del EI.
Mukwege comenzó su discurso, en francés, recordando los ataques dos décadas atrás a su hospital, la "violencia macabra" y las decenas de bebés violados, muestra de un caos "perverso y organizado" que ha resultado en más de seis millones de muertes, cuatro millones de desplazados y cientos de miles de mujeres violadas en el Congo.
La causa fundamental de ese conflicto bélico es la riqueza mineral, aseguró Mukwege, quien recordó que desde coches a joyas y teléfonos móviles contienen minerales extraídos en su país en condiciones "inhumanas" y bajo intimidación y abusos sexuales.
El médico congoleño reclamó medidas para compensar a los supervivientes y ayudarlos a iniciar una nueva vida, porque es un "derecho humano", y pidió la creación de un fondo global para indemnizar a las víctimas de violencia sexual en conflictos armados.
En el hospital Panzi (noreste de la República Democrática del Congo), Mukwege ha impulsado un programa que incluye también apoyo psicológico, legal y socioeconómico a las víctimas, pero confesó que solo se puede lograr el éxito si se las escucha.
Mukwege y Murad, que suceden en el palmarés del premio a la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), compartirán los 9 millones de coronas noruegas (970.000 euros o 1,02 millones de dólares) con que está dotado el premio, al igual que el resto de los Nobel.
A la ceremonia de Oslo seguirá, en el Konserthus de Estocolmo, a las 16:30 hora local (15.30 GMT), la entrega del resto de los premios Nobel. (I)