El cyberflashing es un tipo de acoso sexual que corresponde al envío de fotografías sexuales sin un consentimiento previo de quien las recibe. A pesar de que en distintos países no es considerado un delito, el Reino Unido optará por penalizarlo.

A través del portal del gobierno británico se explica que el envío de contenido sexual sin consenso será penado con dos años de pena privativa de libertad. Esto se estipulará en el marco regulatorio de Seguridad Online, elaborado para contrarrestar el contenido no deseado en la web.

La acción le atribuirá mayor responsabilidad legal a plataformas de redes sociales, motores de búsqueda y otras aplicaciones, para frenar en conjunto el origen de este tipo de vulneraciones. El viceprimer ministro local, Dominic Raab, señaló que esta nueva tipificación envía un mensaje claro a los perpetradores que ahora deberán atenerse a las consecuencias de un crimen específico.

“Proteger a mujeres y niñas es mi principal prioridad, y esa es la razón por la que mantendremos a los agresores sexuales tras las rejas. Aquellas víctimas de abuso doméstico tendrán más tiempo para reportar los asaltos y el presupuesto para servicios de apoyo bordeará las 185 millones de libras (243 millones)". Las reformas en la legislación aplicarán para Reino Unido y Gales. Sin embargo, no se tiene una fecha provista para aplicarlas.