Primer Ministro etíope se lleva el Nobel de la Paz
El Nobel de la Paz premió ayer los esfuerzos del primer ministro etíope, Abiy Ahmed, por la cooperación internacional y por su iniciativa “decisiva” para resolver el conflicto fronterizo entre su país y Eritrea, destacó el comité noruego.
Con el premio concedido al líder etíope, nacido en 1976 en Beshasha, se quiere reconocer a todos los actores que trabajan en favor de la reconciliación en Etiopía y en las regiones del este y noreste de África.
Ahmed inició su mandato en abril de 2018 y tres meses después firmó la paz con Eritrea y puso fin así a 20 años de enfrentamientos.
Además, se ha convertido en el gran mediador regional al impulsar la transición democrática en Sudán y reconciliación en Sudán del Sur
Abiy, nacido en una familia muy pobre, fue visto como un visionario y un reformista con la capacidad de inyectar optimismo en esta zona del mundo castigada por la pobreza y corrupción.
Emprendió un camino de cambios en un sistema político marcado por los desequilibrios étnicos, precisamente uno de los grandes desafíos que tiene por delante en un país con 2,3 millones de desplazados internos a causa de las tensiones intercomunitarias.
Ingeniero informático de formación, el niño que dormía en el suelo y acudía a buscar agua al río porque no había suministros en su casa, se unió desde joven al grupo armado que forzó la caída del dictador Mengistu Haile Mariam para, luego entrar en el Ejército, donde desempeñó tareas de comunicación e inteligencia.
En junio pasado vivió su contratiempo más serio con un intento de golpe de Estado que le costó la vida al jefe del Estado Mayor de la Defensa y al presidente de una de las regiones clave del país.
Complacencia total
Los presidentes y jefes de Estado del continente africano se mostraron complacidos con la designación del ministro etíope como Nobel de la Paz.
“Sus históricos esfuerzos encaminados a construir la paz han dado al mundo esperanza en un momento en que más que nunca se necesita liderazgo”, afirmó en Twitter el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat.
Por su parte, la presidenta de Etiopía y única mujer que ocupa ese puesto en África, Sahle-Work Zewde, instó a todos los etíopes a seguir trabajando “por la paz y la prosperidad” también en el Cuerno de África y el resto del continente.
El presidente de Suráfrica, Cyril Rampahosa, aseguró que este premio “centra la atención mundial en el incesante progreso” de África hacia “la paz y la estabilidad”, y felicitó tanto a Etiopía como a Eritrea “por haber abierto nuevas posibilidades de cooperación, integración y desarrollo”.
El presidente de Somalia, Abdullahi Mohamed mencionó que Ahmed “Es un merecido ganador y he disfrutado trabajando con él a fin de fortalecer la cooperación regional”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, destacó el símbolo de inspiración que Abiy representa para todo el continente.
“Su visión ayudó a Etiopía y Eritrea a lograr un acercamiento histórico y su liderazgo sentó un ejemplo maravilloso para otros países en África y más allá”.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) se sumó a estos elogios y destacó que bajo el mandato de Abiy, Etiopía se ha consolidado como uno de los principales refugios de África para quienes huyen de conflictos.
“Etiopía es uno de los principales receptores de refugiados en África, con más de 700.000 registrados”, recordó en un comunicado el alto comisionado de Acnur, Filippo Grandi, quien afirmó que este reconocimiento premia los esfuerzos de Abiy “por llevar la paz dentro y fuera de su país”. (I)