Más de 220 líderes comunitarios han sido asesinados desde la firma del Acuerdo de Paz en Colombia, denunciaron organizaciones sociales a raíz de los 70 años de la Declaración Universal de los derechos humanos.

Ante tal escalada, el subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación de Colombia, Ariel Ávila, instó al Estado a actuar de manera inmediata para evitar lo que se está configurando como un exterminio sistemático de líderes.

En Colombia asesinan un líder cada cuatro días, alertó Avila, quien aludió a la preocupación expresada asimismo por el relator especial de la ONU sobre los derechos humanos, Michael Forst, quien en reciente visita al país dijo que la situación en torno al tema es aterradora.

Forst estimó que hay un patrón de sistematicidad en los ataques contra líderes sociales.

Recorrió durante 10 días regiones del Catatumbo, La Guajira, Antioquia, Norte de Santander y el Cauca para evaluar la condición de los defensores de los derechos humanos, la que catalogó de grave y dramática.

El alto funcionario de Naciones Unidas manifestó que evidenció el miedo en el que viven los líderes sociales en Colombia en muchas de las zonas que estuvieron golpeadas por el conflicto armado y donde paradójicamente señalan que ha crecido la inseguridad.

Lugares que fueron desocupados por las disueltas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, el Estado no ha llegado y se están perpetrando más crímenes, apuntó Forst, quien trasmitió tal preocupación al gobierno de Iván Duque.

También alertó sobre los altos niveles de impunidad que hay en el país sudamericano, lo que favorece los actos homicidas.

El balance realizado por organizaciones sociales arrojó que el 80 por ciento de los crímenes están relacionados con reclamaciones de tierra y protección de los recursos naturales.

Además de los asesinatos, la creciente victimización se expresa en las amenazas que con frecuencia sufren líderes indígenas, afrodescendientes y campesinos. (I)