Marcha de “indignados” termina en disturbios
Unos mil manifestantes de Ocupemos Wall Street celebraron ayer el segundo mes de vida de su movimiento bloqueando el acceso a la Bolsa de Nueva York, en una marcha que provocó incidentes con empleados del distrito financiero y la policía y dejó más de 100 detenidos, según la Policía.
La protesta formaba parte de una “Jornada de Acción Global” anunciada en el sitio occupywallst.org, con manifestaciones previstas en otras ciudades de Estados Unidos, así como en Bélgica, Alemania, Italia, Nigeria, Polonia y España.
La marcha para recordar la formación del movimiento “Ocupemos Wall Street” arrancó en el parque Zuccotti, asentamiento original del movimiento que se ha extendido a varias ciudades de Estados Unidos y del que los manifestantes fueron desalojados por la Policía la madrugada del martes.
La marcha no logró llegar a la sede de la bolsa neoyorquina, situada a unos 300 metros del parque Zuccotti, ya que vallados metálicos de la Policía bloqueaban las calles adyacentes.
Amontonados contra las barricadas policiales, los manifestantes protagonizaron escaramuzas con hombres vestidos de traje que trataban de abrirse paso para ir a trabajar en el distrito financiero.
“¡Wall Street está cerrada!”, cantaban los activistas mientras enlazaban sus brazos y bloqueaban el acceso a la bolsa, el corazón del mundo financiero contra cuya codicia y corrupción protestan.
Las anteriores protestas habían sido tensas pero en su mayoría pacíficas, con la Policía utilizando una extensa red de vallas de metal para acorralar a los manifestantes e impedirles llegar a la sede de Wall Street. En esta ocasión, también se desplegaron policías en las afueras de la bolsa.
La jornada de acción incluyó movilizaciones en varios puntos de la ciudad, entre ellos el tradicional Puente de Brooklyn y estaciones de metro.
“Queremos hacer sentir nuestra voz y compartir nuestra frustración”, resumió el portavoz del movimiento, Mark Bray, asegurando que los manifestantes serían miles al caer la tarde, cuando se integren los sindicatos.
“La gente tiene miedo, no saben qué hacer, y por eso cantan ‘No sabemos lo que queremos, pero lo queremos ahora”, afirmó el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, más condescendiente con los “indignados” al decir que su mensaje es que el sistema no está funcionando y que no están dispuestos a seguir esperando a las “promesas huecas de los políticos”.