Disturbios por asesinato de afroestadounidense se extienden
La indignación y una ola de protestas crecen en Estados Unidos por el asesinato de un hombre afroamericano cometido por policías blancos en la ciudad de Minneapolis.
Los manifestantes, blancos y afroamericanos, invaden las calles de Minneapolis y otras urbes del país en las noches desde el 25 de mayo cuando George Floyd murió bajo custodia policial.
Floyd, que era afroestadounidense, murió después de que el oficial de policía blanco, Derek Chauvin, lo arrojó al suelo y lo asfixió con la rodilla durante más de ocho minutos durante un arresto.
El oficial Chauvin fue apresado el viernes y acusado de asesinato y homicidio involuntario en tercer grado. Para muchos, eso fue una victoria, aunque para muchos otros, fue mucho menos que eso.
“La verdadera razón por la que estamos aquí es porque la policía sigue matando gente negra en todo Estados Unidos”, dice un joven afroestadounidense que participa en las protestas en la ciudad de Minneapolis.
Con su rostro cubierto por una máscara, para protegerse del coronavirus o del gas lacrimógeno con el que las fuerzas de seguridad intentan disuadir las protestas, el joven cuenta que llegó al lugar a manifestarse pacíficamente con amigos, pese al toque de queda impuesto después de tres noches de disturbios.
“George Floyd no es el primero”, añade Jerry, blanco, de 29 años. “¿Qué se supone que debes hacer, solo relajarte y aceptarlo?”, se pregunta.
Según The Washington Post, más de 1.000 personas murieron después de ser baleadas por la policía el año pasado en Estados Unidos. En esa estadística, los negros están representados en exceso.
En Detroit, un joven de 19 años murió tiroteado, mientras participaba en las protestas, según fuentes policiales que citan medios estadounidenses.
El suceso ocurrió poco antes de la medianoche del viernes cuando un individuo que circulaba en un vehículo realizó disparos contra un grupo de personas que estaba manifestándose, luego de abrir fuego contra la multitud se dio a la fuga. (I)