Aunque la práctica es rechazada por el pueblo palestino y la comunidad internacional, las autoridades de Israel reanudarán la construcción de los asentamientos (judíos) en Cisjordania ocupada. 

La decisión de Tel Aviv contempla la edificación de 153 viviendas, lo cual pone fin a 18 meses de detención temporal de esas construcciones.

Acorde con la decisión, 34 casas se ubicarán en la localidad de Etz Efraim, 31 en Rachelim (ambas en el norte de Cisjordania), otras 60 en Alon Shvut, al sureste de Jerusalén, y 28 en Carmel, Hebron.

Al mismo tiempo, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, impartió órdenes a las Fuerzas Armadas para aumentar la seguridad de los asentamientos existentes y proyectados.

Ante la determinación israelí respecto a ampliar los poblados en las zonas ocupadas, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, expresó su profundo rechazo.

La continuidad de la edificación de asentamientos, sostuvo, constituye una afrenta para el pueblo palestino y toda la comunidad internacional, y ponen en duda la voluntad de Israel respecto a su compromiso sobre una solución (al diferendo israelo-palestino) de dos Estados.

El progreso hacia la paz, enfatizó Ban, requiere congelar el proyecto de asentamientos de Israel.

Ante esas declaraciones, Netanyahu reaccionó asegurando que "los comentarios del secretario general de la ONU alientan el terrorismo". (I)