Israel insiste en que se marque una “línea roja” a Irán
Las intervenciones de los líderes palestino e israelí ayer ante la ONU evidenciaron la falta total de entendimiento entre sendos bandos del enquistado conflicto de Oriente Próximo.
Israel acudió con un objetivo declarado: convencer al mundo del peligro que supone para el Estado judío el programa nuclear iraní y de la necesidad de actuar.
Los palestinos llevaron un mensaje bien distinto: el fracaso de las negociaciones de paz con Israel no va a frenar sus aspiraciones de tener un Estado independiente, sino que están dispuestos a probar otros caminos.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, apenas pasó de puntillas por la cuestión palestina, en cambio dedicó su intervención a una detallada explicación de los progresos del régimen de Teherán en relación al enriquecimiento de uranio necesario para fabricar una bomba nuclear.
El primer ministro israelí detalló, por primera vez, cuál debe ser la línea roja o el ultimátum que cree es necesario fijar. Netanyahu dejó entrever, que cuando se supere la línea roja, todas las opciones están sobre la mesa, incluido el ataque.