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Netanyahu anunció la construcción de 3.000 viviendas más

Israel desmantela colonia de Amona en Cisjordania

Un niño llora mientras es desalojado de su vivienda por las fuerzas de seguridad israelíes, en Amona.
Un niño llora mientras es desalojado de su vivienda por las fuerzas de seguridad israelíes, en Amona.
Foto: AFP
02 de febrero de 2017 - 00:00 - Agencias AFP y Prensa Latina

Cisjordania.-

El desalojo del asentamiento israelí de Amona, en Cisjordania, provocó enfrentamientos entre la Policía y los residentes.

El desahucio se realizó conforme con un fallo de la Justicia israelí que confirma que la colonia judía se ubica en territorios pertenecientes a palestinos.

Las fuerzas israelíes llegaron a las 06:00 hora local a Amona para evacuar a 300 residentes, que fueron notificados por el Ejército mediante panfletos el martes, con apenas 24 horas de antelación.

Los residentes en Amona,  cerca de Ramala, sin éxito trataron de impedir la entrada a la zona a los policías colocando piedras en la carretera que conduce al asentamiento y  levantando barricadas incendiadas.

La batalla política y legal que gira en torno a Amona desde hace años termina con su demolición. Fue una decisión tomada por el Tribunal Supremo israelí que la juzgó de ilegal desde el punto de vista del derecho de ese país al estar construida en tierras privadas palestinas.

Los 300 habitantes, que han vivido casi siempre allí, rechazaron hasta ahora abandonar el lugar. Según ellos, toda Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967, pertenece a la tierra bíblica de Israel.

Rivka Lafair, de 19 años, nacida en Amona, estaba triste y enfurecida. “Los destructores del pueblo judío están adentro mismo”, dijo en alusión al gobierno. Ella y su marido quieren quedarse hasta el final, pero por ahora no saben dónde irán.

La mayoría de los residentes, que viven en decenas de casas prefabricadas convertidas en viviendas permanentes, prometieron resistir, pero sin violencia.

Moti Yogev, diputado de la mayoría y uno de los más fervientes defensores de los colonos, quiso tranquilizar a los habitantes: “Sí, Amona será destruida pero vamos a construir 3.000 viviendas”, dice este miembro de Hogar Judío, socio de la coalición gubernamental de Benjamin Netanyahu, una de las más conservadoras de la historia de Israel.

Yogev hacía alusión al anuncio del gobierno de construir 3.000 viviendas en la Cisjordania ocupada. “Construimos y seguiremos construyendo”, prometió ayer el primer ministro, Benjamin Netanyahu.

La comunidad internacional y los palestinos no dejan de estar preocupados por esta ráfaga de anuncios. Sin embargo, mientras que el expresidente estadounidense Barack Obama criticó e intentó frenar lo más posible la colonización, su sucesor Donald Trump, de momento, se ha mantenido en silencio.

Desde la investidura del nuevo presidente estadounidense el 20 de enero, Israel anunció la construcción de más de 6.000 casas en Cisjordania y Jerusalén Este.

Estos anuncios, como la edificación de otros 3.000 inmuebles en la Cisjordania ocupada “marca una tendencia preocupante y plantea un desafío directo a la perspectiva de una solución viable de los dos Estados, que es cada vez más difícil y puede volverse imposible”, indicó la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, en un comunicado.

Nabil Abu Rudeina, portavoz de la presidencia palestina, denunció una “campaña de colonización israelí que viola el derecho internacional”.

Las colonias, implantaciones civiles israelíes en los territorios palestinos ocupados, son ilegales con respecto al derecho internacional. Una gran parte de la comunidad internacional las consideran como una obstáculo mayor a la paz entre israelíes y palestinos, meta distante desde hace algunas décadas.

El gobierno israelí niega que sean la causa del retroceso de los esfuerzos de paz. Unos 400.000 colonos israelíes conviven a menudo en constantes conflictos con 2,6 millones de ciudadanos palestinos en Cisjordania.

La expansión de las colonias, política mantenida por todos los gobiernos israelíes desde 1967, va carcomiendo progresivamente el territorio de Cisjordania y amenaza con volver imposible la creación de un Estado palestino independiente que coexistiría con Israel, la solución internacional más ideal para poner fin de una buena vez al conflicto. (I)

DATOS

La colonia ilegal de Amona, de acuerdo con la ley israelí, fue creada en 1995 en los altos del asentamiento de Ofra, al norte de Ramala como un sitio arqueológico. Casi enseguida, a partir de 1997, se instalaron a vivir allí jóvenes colonos judíos.

Una sentencia de la Corte suprema de 1979, dispuso que las colonias israelíes sean construidas solo en tierras de propiedad del Estado y no en terrenos privados sin el acuerdo de sus legítimos propietarios.

Según la ONG anticolonización ‘La Paz Ahora’, hay 131 colonias ‘legales’ y 97 colonias ‘ilegales’ en Cisjordania.

Un informe oficial de 2005 brindaba una cifra de 105 colonias ilegales, de las cuales el 10% estaban construidas en tierras palestinas privadas, el resto en tierras públicas pero sin autorización. (I)

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