Israel comenzó a construir su muro de separación con Cisjordania ocupada en un sector en donde el proyecto ha levantado una feroz resistencia de la comunidad cristiana palestina local. 

Tras meses de trabajos preparatorios, varias grúas comenzaron a colocar el jueves bloques de hormigón de ocho metros de altura en el sector de mayoría cristiana de Beit Jala y del valle Cremisan, cerca de la ciudad de Belén.

Nicola Khamis, alcalde de Beit Jala, condenó lo que considera como una apropiación de tierras por parte de Israel. "Estas tierras pertenecen a nuestras familias, a nuestros hijos", dijo.

Criticado por los palestinos, la construcción del muro hace frente a una resistencia particularmente fuerte en Beit Jala. La comunidad cristiana había logrado movilizar al papa a su favor, manifestó en varias ocasiones y recurrió a la justicia israelí.

La construcción del muro en el sector es "coherente con la política de apartheid del gobierno israelí en Cisjordania", estimó Xavier Abou Eid, portavoz de la Organización de Liberación de Palestina.

Israel comenzó en 2002, en plena Intifada, a construir esta barrera con la que busca protegerse de ataques provenientes de Cisjordania. Completada en dos tercios, alcanzará a término unos 700 km.

La Corte Internacional de Justicia dictaminó en 2004 que la construcción del muro es ilegal y exigió que sea desmantelado, al igual que la Asamblea General de la ONU. (I)