Damasco.-

Irán, aliado de Siria, pidió ayer tiempo para que el presidente de ese país, Bashar al Asad, haga cambios políticos y se reconozcan los derechos ciudadanos. También acusó a Israel de encabezar un complot para eliminar al Gobierno de Damasco.

Tras un encuentro con el ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem, que inició ayer una visita a Teherán, el responsable de la diplomacia iraní, Ali Akbar Salehi, afirmó que Israel trata de derrocar al Gobierno de Siria y dejar desbaratado el país.

“Es sorprendente que, cuando el régimen sionista (Israel) actúa de este modo contra Siria, haya algunos países de la zona que se ponen de su parte”, agregó Salehi, en referencia, sin citarlos, a estados como Arabia Saudí, Qatar o Turquía, que apoyan a la oposición siria.

El responsable de la diplomacia de Irán admitió ayer que hay grupos sirios rebeldes que pretenden cambios y defendió que el régimen de Damasco  “está preparado para responder a sus peticiones legales”.

“Hay que dar tiempo al gobierno” del presidente Bashar al Asad para poner en marcha los cambios aprobados en referéndum a instancias del régimen de Damasco en la Constitución siria, que se formen nuevos partidos y se  realicen elecciones parlamentarias, explicó Salehi.

Los cancilleres también rechazaron cualquier intervención extranjera en la crisis del país árabe y ratificaron el respaldo al plan de paz de Kofi Annan.

Según Al  Mualem, el régimen de Al Asad ha tratado de sacar de las ciudades a las fuerzas que combaten en Siria, tanto del gobierno como de la oposición, “pero los grupos terroristas, apoyados por algunos países de la zona, no se han comprometido a ello” e impide que avance el plan de Annan.

Mientras que el régimen sirio mantenía ayer su ofensiva contra grupos armados en el este de Alepo, los rebeldes subieron a Internet el fusilamiento de un teniente del Ejército de Al Asad que confesó su participación en los bombardeos a civiles de la ciudad de Homs.

En la grabación, difundida por la misma oposición al régimen, se ve a un hombre con las manos atadas, herido y con el torso desnudo suplicando por su vida. Se trata de Mahmud Mohamed Ali.

Sus captores lo fusilaron en la orilla del río Eufrates. Se estima que unas 20.000 personas han muerto desde que estalló la revuelta, en marzo de 2011.