Como respuesta al brutal atentado contra fieles judíos que rezaban en la sinagoga del barrio Har Hof, en Jerusalén, la mañana de ayer, el Gobierno israelí anunció que responderá “con mano de hierro”, mientras el ministro de Seguridad Interna de Israel, Yitzhak Aharonovitch, dio instrucciones para facilitar que los civiles israelíes obtengan permisos de portar armas para defensa propia en caso de ataques palestinos, informaron los medios.

También ordenó aumentar la seguridad en los accesos a las sinagogas y llamó a filas a 4 compañías de policías fronterizos reservistas.

Las medidas siguen a un atentado ayer en Jerusalén, en el que dos palestinos armados con cuchillos y hachas mataron a 4 judíos que se encontraban en una mezquita de Jerusalén. Ambos fueron acribillados.

Los 4 muertos en este atentado eran hombres israelíes con doble nacionalidad: 3 eran estadounidenses y uno británico, informó la policía. El Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), uno de los grupos armados palestinos, reivindicó el ataque.

Se trata del atentado con más víctimas mortales registrado en Jerusalén en varias décadas y aviva el temor a una violencia sostenida en la ciudad, ya alterada por las crecientes tensiones por un disputado lugar de culto, la Explanada de las Mezquitas, un enclave sagrado tanto para judíos como para musulmanes.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo que Israel “responderá con dureza’’ al ataque, que describió como un “cruel asesinato de judíos que acudieron a rezar y fueron asesinados por asesinos despreciables’’.

El presidente palestino, Mahmud Abbas, condenó el ataque, algo que no ocurría desde que comenzó el repunte de violencia contra israelíes. También pidió que Israel pusiera fin a las “provocaciones’’ en torno al lugar sagrado de Jerusalén.

En el último mes, 5 israelíes -sin contar a los fallecidos de este martes- y un extranjero murieron víctimas de ataques de palestinos. En respuesta, las fuerzas de seguridad israelíes han matado a una decena de palestinos, incluidos los supuestos autores de esos ataques.

Los residentes consideran que la violencia en Jerusalén se remonta al pasado julio, cuando un adolescente palestino fue quemado vivo por varios asaltantes judíos, en un ataque en represalia por la muerte de 3 israelíes que fueron secuestrados en Cisjordania.