Durante sus siete años de existencia, el movimiento Black Lives Matter (Las vidas de los negros importan) ha sido visto por muchos estadounidenses como una fuerza divisiva, incluso radical. Su mismo nombre enfureció a sus enemigos, quienes respondieron con los lemas “Blue Lives Matter” y “All Lives Matter”.

Los tiempos han cambiado, dramáticamente, como se evidencia durante la ola de protestas provocadas por la muerte de George Floyd a manos de la Policía de Minneapolis. Black Lives Matter se ha generalizado, y los activistas negros evalúan cuidadosamente cómo deben responder.

El senador Mitt Romney, un incondicional republicano, se unió a una marcha de Black Lives Matter. Algunos pilotos de Nascar, cuya base de admiradores incluye legiones de blancos conservadores, abrazaron la frase. Lo mismo hizo el comisionado de la NFL, Roger Goodell, el comisionado de béisbol Rob Manfred y los ejecutivos de los 30 equipos de las grandes ligas. El alcalde de Washington ordenó que las palabras fueran pintadas con letras grandes en una calle cerca de la Casa Blanca. Ahora, Black Lives Matter Plaza aparece en direcciones de manejo desde Google Maps.

Al igual que muchos activistas negros, Sakira Cook está complacida por tales desarrollos pero también es cautelosa. Ella y otros temen que las empresas y los políticos se apropien del lema sin ningún compromiso real de hacer el trabajo duro necesario para combatir el racismo.

“Black Lives Matter no es solo un grito de guerra”, dijo Cook, directora del Programa de Reforma de Justicia en la Conferencia de Liderazgo sobre Derechos Civiles y Humanos. “En realidad, significa que debes comenzar a interrogar el racismo y las desigualdades sistémicas que existen en nuestra sociedad y ayudar a desmantelarlos“.

El movimiento Black Lives Matter surgió en medio de la ira por la absolución de George Zimmerman, el hombre de Florida que disparó y mató a Trayvon Martin, de 17 años, en 2012. Como eslogan, “Las vidas de los negros importan” pronto se hizo tan escuchado en las protestas como “Sin justicia, sin paz”.

A nivel nacional, la frase fue elogiada por su claridad y atacada como estridente y hostil hacia la Policía. Pero el apoyo creció a medida que la lista de personas negras asesinadas se hizo más larga: Eric Garner, Michael Brown, Freddie Gray, Walter Scott, Alton Sterling, Philando Castile.

“Cuando comenzamos Black Lives Matter fue realmente una conversación más amplia en este país sobre su relación con las personas negras”, dijo Patrisse Cullors, una de las tres mujeres negras que fundó la Red Global Black Lives Matter, con capítulos en todo Estados Unidos, Reino Unido y Canadá. “Lo que sigue sucediendo, una y otra vez, es que somos testigos de la muerte de personas negras ante la cámara, y hay poca o ninguna responsabilidad”.

El movimiento Black Lives Matter cuenta hoy con millones de seguidores en las redes sociales.

Disturbios en Londres

Miles de manifestantes de la ultraderecha se concentraron ayer en el centro de Londres para protestar contra el movimiento Black Lives Matter y se enfrentaron con las fuerzas de seguridad, a las que lanzaron botellas y otros objetos contundentes. La Policía respondió con gas lacrimógeno y garrote.

La contramanifestación tuvo el objetivo declarado de “proteger” las estatuas levantadas en torno al Parlamento británico, como la del exprimer ministro Winston Churchill, protegida con unos paneles para evitar ataques como los sufridos por otros monumentos durante las protestas antirracistas.

Los videos difundidos en redes sociales muestran a gente bebiendo, coreando el nombre de Inglaterra y el himno británico y haciendo el saludo nazi. El grupo Black Lives Matter de Londres, por su parte, prometió seguir con su iniciativa.

El comandante de la Policía Metropolitana, Bas Javid, ha recordado que el país sigue inmerso en una epidemia de coronavirus y pidió contención a los manifestantes. (I)

Las protestas antirraciales se extienden a Roma, donde manifestantes mostraron su apoyo a Black Lives Matter. Foto: Anadolu