Un atentado con bomba mató ayer a una persona e hirió a  30 cerca de la principal estación de autobuses de Jerusalén después de que comandos de la Franja de Gaza dispararon cohetes contra Israel como represalia por ataques  esta semana que dejaron ocho muertos en ese enclave palestino.

Se trata del primer atentado en la Ciudad Santa desde la llegada al poder en 2009 del primer ministro Benjamin Netanyahu, y de la situación más violenta del conflicto israelo-palestino desde la operación militar israelí contra Gaza hace dos años.

La explosión se produjo cerca de una parada donde había dos buses  detenidos con muchos pasajeros. Aparentemente había una bomba disimulada en una cabina telefónica, indicó el jefe de Policía Aaron Franco.

Según el ministro israelí de Seguridad Interior, Yitzhak Aharonovich, la bomba se hallaba en un bolso dejado cerca de un quiosco.

Netanyahu advirtió ayer que su país devolverá cada golpe de los terroristas. “Israel se defenderá con una voluntad férrea contra los ataques”, agregó.

El presidente estadounidense, Barack Obama, por su parte, condenó en los términos más fuertes el atentado, así como los misiles y obuses lanzados desde Gaza en los últimos días. EFE/AFP