Entrevista / JOSÉ MIGUEL TÚÑEZ / caTEDRÁTICO DE LA UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE COMPOSTELA
Túñez: "Las historias están en la calle y no en los boletines"
Al catedrático José Miguel Túñez le preocupa la relación de los medios y la comunicación 3.0. Considera que estas empresas comunicacionales deben abandonar la plataforma del discurso para pasar al diálogo. Propone el transmedia, en donde la información no se limita a una sola plataforma, sino que se difunde a través de todos los canales y soportes. El experto participa en el Simposio Internacional de la Red de Investigación de Gestión de la Comunicación, que arranca hoy, en la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), en Quito.
¿Cómo ingresar en este nuevo campo de las nuevas tecnologías, sin caer en la farandulización de la información?
Es difícil. A los periodistas no nos gusta que nos digan que elaboramos productos, sino que vemos la información como un servicio público. Es difícil no sucumbir a la tentación de los contenidos que circulan en internet. Hay que aprender a combinar; yo doy lo que esperan, pero al mismo tiempo hay cosas que deberían saber y las transmito, las hago atractivas y, sobre todo, útiles. Seamos honestos: ¿cuántas veces los periodistas cuando acabamos de leer un diario nos quedamos con la sensación de que nada de lo que vemos nos aporta?
¿Les falta a los medios conectarse con la realidad del ciudadano?
Hay que bajar a la calle. Estoy convencido de que las historias más interesantes de la jornada pueden estar el domingo en el parque La Carolina y no en los boletines que nos envían desde el Gobierno. Los boletines serán portadas, mientras que las historias profundas y duras de La Carolina posiblemente no llegarán a los medios.
¿Cómo se puede enganchar las nuevas tecnologías, la inmediatez, con las sensibilidades cotidianas, sin atentar contra los géneros periodísticos?
Atrás quedó la Sociedad de la Información, ahora estamos en la Sociedad de las Relaciones. El periodismo no puede quedarse al margen; debe evolucionar y tiene que saber adaptarse. Si los individuos se interrelacionan, entre ellos y con los demás productos, el periodismo debe hacer ese esfuerzo. Evidentemente tiene que mantener los parámetros que marcan las convenciones periodísticas: el contraste, la objetividad, la veracidad, pero hay que buscar fórmulas que, sin alterar esos estándares de calidad, informativa permitan realmente entroncar con las maneras en que se está comunicando la audiencia. Ese es el reto. Hemos pasado de una comunicación discursiva –que es hegemónica de los medios– a la información dialógica; estamos para conversar y no para discursar. Los medios deben abandonar la plataforma del discurso para pasar al diálogo. Hablar de tú a tú; crear comunidad. Debe ser el líder, pero sin que se note. Hay que perder el miedo a los tres minutos. Debo adecuar mis prácticas profesionales para contar lo más importante en tres minutos.
¿Qué es el transmedia?
Es una respuesta de comunicación –por parte de las organizaciones y de los diarios– a la nueva forma que tienen los ciudadanos a interrelacionarse. Transmedia equivale a narrar, contar. El periodismo transmedia organiza la información, a través de los diferentes soportes (redes sociales, prensa, televisión, radio, blogs, entre otros); atrás queda la construcción de historias lineales y se plantean historias a través de diferentes canales, soportes, y esto permite que la audiencia tenga una participación activa y sean conarradores y cogeneradores de contenidos. Es una evolución, un paso más allá del multimedia
¿En qué se diferencian?
Multimedia significa los mismos recursos en una misma pieza y plataforma y aquí hablamos de cosas distintas. Los medios hasta ahora eran narradores y eso debe cambiar. Imaginémonos el cuento clásico de los 3 cerditos, en donde hay alguien que cuenta la historia. Hoy ese cuento cambiaría; un cerdito tendría Facebook; otro cerdito, Twitter, y el cerdito más joven Snapchat. Los proveedores de las casas de los cerditos tendrían su página web. Y nosotros asistiríamos al momento que se derrumba la casa de los cerditos y eso compartiríamos en las redes sociales. Eso es cocreación; cada uno aportaría desde una plataforma y en conjunto se haría la información. Al momento de hacer el relato no solo se piensa en una sola plataforma sino en varias, en donde el ciudadano participa.
¿Cuál es el futuro del papel?
No creo que el papel vaya a desaparecer, pero será el soporte que más va a experimentar las transformaciones. Lo que sí ocurre en internet es que podemos caer en la banalización de contenidos; no crear información, sino espectáculo. No estaríamos haciendo un favor a la esencia del periodismo, que es contar lo que importa, interesa y ocurre, si nos dejamos llevar por la información en donde solo se hace un clic.
¿La compra del Washington Post, por parte de Jeff Bezos, de Amazon, no marca el camino hacia donde van los medios?
Sí, pero habrá que hibridar.
¿Híbridos? ¿En qué sentido?
Las empresas de por sí son hoy una multiplataforma, multimedios; incluso transmedia que empiezan a relacionar el papel, la radio, la TV, el online. El periódico no puede quedar en el mero recuento de la información nacional porque el ciudadano, cuando llega esa información ya la conoce, incluso lo hizo por su propia versión online; hay competencia en sí mismo. Hay que cambiar los enfoques, las formas de narrar, recuperar géneros que hemos arrinconado, como el reportaje en profundidad, reportaje interpretativo, la crónica, el análisis interpretativo. El periodismo en papel debe dejar de centrarse en qué y centrarse en el porqué. No me cuenten qué pasó sino por qué se producen las cosas. Allí el diario podrá luchar o abandonar la carrera por la inmediatez, aunque esa carrera del diario en papel está perdida.
¿En qué se diferencia un periodista de un ciudadano que ahora con las redes sociales tiene toda la información? ¿Ya no son necesarios los periodistas?
Es bueno que se haya democratizado y universalizado esas posibilidades de emitir la información. Pero el periodista sigue teniendo un rol de mediador social; tiene que seleccionar entre toda la maraña de información –que hay en internet– cuáles son las realmente útiles para transmitir a la gente. Además, tiene convicciones deontológicas que no tiene por qué cumplir el ciudadano. El ciudadano no está obligado a contrastar y ser riguroso; lo que emite es una opinión libre. El garante de veracidad está en el periodismo y no en el ciudadano. Al ciudadano se le permite ser narrador de parte; el periodista debe hacer una narración equilibrada.
¿Cuál es el futuro de esta relación de medios y nuevas tecnologías?
Hemos sufrido varios cambios de soporte, flujos, productos; evolucionaron los géneros. Estamos en una revolución más silente, de los contenidos, está cambiando la realidad para adecuarse. Las tecnologías evolucionan y van a seguir cambiando la vida. Hay ejemplos como el de la realidad aumentada, como Pokémon Go, así como el internet de las cosas que abre el siguiente camino: nos vamos a convertir en usuarios conectados. Periodismo antes era conocimiento a profundidad en el área de ciencias sociales, ahora es relaciones, neurología, inteligencia artificial; hay que saber cómo se mueve la red semántica para articular mecanismos y contactarse con las audiencias. (I)