¿Cuáles son los principales cambios que ustedes evidenciaron sobre el trabajo de los periodistas en Ecuador?

Hay cambios notables en la relación con la prensa. Los periodistas se sienten más libres para hacer su trabajo. Sin embargo, nos han advertido que la estructura sancionadora se mantiene, por lo tanto tienen miedo de que cualquier persona, en cualquier momento pueda volver a usarla.

¿Una estructura?

Sí. Por ejemplo la ley de comunicación de 2013 con la existencia de la Superintendencia de Comunicación. Este fue un organismo punitivo con los medios y periodistas, debería eliminarse.

En la propuesta que presentaron a la comisión legislativa que debate la nueva ley se dijo que el Estado debe garantizar la seguridad de los periodistas, ¿cómo lograrlo?. 

Debe existir un esquema de protección para todo el equipo: camarógrafos, fotógrafos, conductores. Para elaborarlo debe haber un consenso de Estado y periodistas de cuáles son los peligros y la seguridad que se necesita en ciertas zonas, como la frontera donde ocurrió el asesinato de los periodistas de El Comercio. 

El Estado debe garantizar la seguridad a todos los ciudadanos, ¿por qué el periodista es un caso especial?

Los periodistas deben ejercer su trabajo con total seguridad, por su rol fundamental para la democracia. Su trabajo garantiza que haya acceso a la información. Los periodistas de El Comercio fueron a esa zona para contar a la sociedad lo que estaba pasando y así tomar decisiones informadas.

¿Cuáles son los peligros más importantes para los periodistas en Ecuador?

Cuando hablamos de seguridad es integral no solo física. Se debe garantizar una seguridad digital y psicosocial.

¿Un ejemplo de peligros digitales? 

Hacer públicos datos personales de un periodista para que le lleguen amenazas y acoso con mensajes. Eso lo vimos en las sabatinas de Rafael Correa. También sufren amenazas las periodistas mujeres, indígenas y de las comunidades GLBTI. La protección para el periodista debe ser integral. (I)