La credibilidad de la información en tiempos de crisis
¿Qué tan conscientes son los usuarios sobre la veracidad de las ideas que circulan y los efectos de la credibilidad al compartirlas por medio de sus cuentas de Facebook, Twitter o en sus grupos de WhatsApp?
En la actualidad, Ecuador posee 13 millones de personas conectadas a internet, de las cuales 11 millones navegan a través de su dispositivo más de 6 horas al día. En el ecosistema digital, las redes sociales se han transformado en la fuente esencial de información respecto a temas de interés local e internacional.
El decano de la Facultad de Posgrados de la Universidad de las Américas, Giusseppe Marzano planteó que cuando se presenta un tiempo de crisis -como es el caso del coronavirus, que está ocupando todos nuestros espacios mentales- nos volvemos mucho más sensibles y ávidos de variadas fuentes de información. Dice que cuando se genera un estado de incertidumbre esta aumenta cuando el objeto que nos convoca es grave y cercano.
Marzano analiza que aquello sucede porque "cualquier titular que ataque nuestros sentimientos, ataque nuestros miedos, se vuelve un titular interesante. Y muchas veces nosotros no nos damos cuenta que debajo de ese titular no hay una noticia. Y a veces, aún cuando debajo de ese titular hay una noticia, la fuente de esa noticia es absolutamente desconocida".
El catedrático hace una diferenciación entre lo que es una noticia falsa y una errónea. "La falsa está explícitamente construida con una agenda para manipular, para crear zozobra, para crear miedo, para crear incertidumbre, entonces está creada con ese espíritu. De hecho, las noticias falsas nunca las retractan quienes las producen". Así pues, terminan siendo desmentidas por un tercero, tal y como sucedió con una que manifestaba que había fallecido un ciudadano chino que estaba enfermo en Ecuador. Entonces, habían todos los ingredientes para que sea propagada con una velocidad increíble. En tal caso, el Ministerio de Salud desmintió el hecho.
En cambio, una noticia errónea puede equivocar los datos por falta de atención o descuido en no contrastar un hecho, pero hay lugar a una retractación, a una fe de erratas.
Al respecto, la noticia falsa es desmentida, no retractada.
El impacto en la sociedad de una noticia irreal se relaciona con la forma en la que esta asimila el contenido. El ámbito académico tiene el objetivo de transformar a los estudiantes en ciudadanos que lean de manera crítica la presentación de los hechos y las fuentes constructoras de los mismos.
El académico insta a que "logremos tomar esos diez, quince segundos más frente a una noticia que nos genera emoción, sea esa positiva o negativa para ver si por ejemplo poniendo ese titular en google hay otros titulares iguales". Así también, cabe destacar que muchas imágenes son usadas junto con noticias falsas para aumentar el miedo y encender nuestras pasiones.
Respecto a la situación de que el ciudadano se haya vuelto comunicador social gracias a las redes sociales implica la consecuencia de que no siempre esté formado en la deontología de la profesión. Sucede que "este comunica de una forma, y más grave usa el poder de su dedo para reenviar una noticia que lo ha emocionado. Pero por no tener las herramientas, no las contrasta, no las verifica", apunta.
Por otra parte, el analista sostiene que en la actualidad, por ejemplo, en Italia hay medios de comunicación de muchísimo prestigio, como "La República que se ha transformado en un diario que usa la noticia del día para transformarla en un amplio espacio de reflexión y de debate. (...) Entonces, el comentario a las noticias es absolutamente predominante, con respecto a la noticia en sí que ya es conocida".
Marzano puntualiza además que las redes sociales usan un lenguaje que les es propio; en cambio, los medios impresos tienen que volver a trabajar el idioma español, volver a su función de construir, de alguna forma, la riqueza literaria de una pieza periodística.
Finalmente, reflexionó sobre el consumir lento del medio de comunicación en papel versus un consumir necesario, pero rápido, inmediato, de la comunicación digital.
"Es la misma cosa que tomar un tren o tomar un avión para llegar a un destino. Si estoy tomando un avión, el viaje no me importa, me interesa que sea lo más corto posible para llegar al destino; si estoy tomando el tren, el tren es un desafío porque el viaje y el destino son importantes. Porque en esas horas y horas de viaje en tren, mis ojos mi mente se va enriqueciendo de lo que veo. Son dos opciones diferentes. No necesariamente son para dos públicos diferentes", precisó. (I)