Nuevas empresas 12 dinamizan la economía
“La dificultad de comercializar nuestros productos por terceros, obligó a que buscáramos una alternativa de producción que genere ingresos directos, sin pérdidas en las ventas, y así nació nuestra empresa”. Esta fue la realidad de Ángel Acero, actual propietario de la microempresa “Bio Eco Sweet”, ubicada en la Comuna San José de Cocotog, en la parroquia de Zámbiza, al nororiente de Quito. Para no depender de intermediarios, Ángel y su familia constituyeron una microempresa que elabora diversos productos a base de miel y tienen gran acogida en diversos rincones del Ecuador y el extranjero.
Otro emprendimiento microproductivo es “Coco y Sabor”, que se dedica a la venta de coco y sus derivados en coches distribuidos en distintos lugares de la capital. Emenegildo Quintero, presidente de esta pequeña industria, señaló que ante las condiciones precarias en las que trabajaban, nació la idea de formar una asociación entre todos sus compañeros y mejorar su situación laboral. Este proyecto tiene actualmente 22 socios, entre hombres y mujeres, y beneficia, aproximadamente, a 60 personas.
Al igual que ellos, miles de personas en Ecuador han unido esfuerzos para fomentar el desarrollo de la microempresa, que les permita garantizar un ingreso sostenido, sin relaciones de dependencia que afecten su bienestar familiar.
Crecen las empresas en el país y mejoran los índices económicos
Durante 2012, en la Superintendencia de Compañías (SC) se registraron 8.320 nuevas compañías, de las cuales, 8.217 son por constituciones y 103 por domiciliaciones de sucursales de compañías extranjeras. En comparación a 2011, se inscribieron 428 compañías más. Del total de empresas registradas el año anterior, 5.772 fueron sociedades anónimas, 2.444 de responsabilidad limitada, una de economía mixta y 103 sucursales de firmas extranjeras.
Las nuevas compañías constituidas en la SC en 2012, se dedicaron a 20 de las 21 actividades económicas definidas por el Clasificador Internacional Industrial Uniforme (CIIU). Sin embargo, el mayor número (2.059 compañías), se dedican a la actividad de comercio, seguidas por el rubro de profesionales con 1.037. Las empresas vinculadas al sector de la construcción ocupan el tercer lugar, al sumar 1.025; mientras que las de transporte están en el cuarto con 948. Las mayoría de ellas se registraron en Guayaquil, 3.569; Quito, 2.993; Portoviejo, 460; y, Cuenca, 443.
Además, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), hasta noviembre de 2012, el Índice de Actividad Económica (IAE), que mide el desempeño económico-fiscal de los sectores productivos de la economía nacional, fue de 4.03%, en comparación con 2011, que en el mismo mes fue de 2.85%. A criterio del economista Fidel Márquez, si un país tiene un incremento en el número de empresas, significa que es atractivo para la inversión, tanto de compañías nacionales como extranjeras.
Señaló que este proceso es favorable porque incrementa las fuentes de riqueza nacional y genera mayor actividad económica. Por consiguiente, dijo que hay un aumento de plazas de trabajo e ingresos, así como un crecimiento del Producto Interno Bruto, PIB (medida macroeconómica que mide el valor monetario de la producción de bienes y servicios de un país).
Precisó también que este escenario permite mayores ingresos a las arcas fiscales del Estado a través de una mayor recaudación tributaria. “De ahí, la importancia de que se instalen en el país nuevas compañías”, señaló Márquez. Por ejemplo, entre 2002 y 2006, el Servicio de Rentas Internas (SRI) recaudó un total de 20.321 millones de dólares, mientras que solo en 2012 ascendieron a 11.267 millones de dólares. Pero entre 2007 y 2012 éstas totalizan 47.906 millones de dólares. Créditos para impulsar el aparato productivo nacional.
En 2012, según la rendición de cuentas de la Corporación Financiera Nacional (CFN), se otorgaron 800 millones de dólares en créditos y líneas de financiamiento para el sector productivo. De este monto, 325 millones se destinaron a crédito directo (incluída la línea forestal), 220 millones para créditos a través de instituciones financieras, 128 millones para el financiamiento bursátil, 82 millones a comercio exterior y 45 millones para la renovación del parque automotor.
Uno de los sectores más favorecidos fue el de los alimentos frescos y preparados que recibió 215 millones de dólares, de los cuales, 160 millones corresponden a créditos otorgados por la CFN y 55 millones por parte del Banco del Pacífico. Le sigue el de la construcción, con 173 millones de dólares: 66 millones de la CFN y 107 millones de ese banco. La cantidad máxima de crédito se define con base en la metodología de riesgos de la CFN.
En cuanto a los plazos, el capital de trabajo es de hasta 3 años con revisión, según solicite el cliente. Las tasas de interés varían de acuerdo a las solicitudes. Por ejemplo, si se trata de una PYME (pequeña y mediana industria), el monto es de hasta 200.000 dólares, con un interés entre el 9,75% y el 11,5%. Mientras que para el sector empresarial los créditos son de hasta 1 millón de dólares con una tasa de interés del 9,0% al 10%; y el sector corporativo supera el millón de dólares, con tasas del 8,25% al 9,08%. Para fomentar el desarrollo del sector agrícola, a diciembre de 2011, el Banco de Fomento entregó créditos a escala nacional, por aproximamente 540,3 millones de dólares, mientras que en el mismo mes de 2012, dio 525,4 millones.
Compras públicas priorizan la microempresa
El Instituto de Economía Popular y Solidaria (IEPS) proyecta para este año una cobertura del 20% dentro del sistema de compras públicas. Con el cumplimiento de este objetivo, 3,7 millones de microempresarios se beneficiarían directamente, al participar en el sistema de oferta y demanda del Estado ecuatoriano, bajo un monto total de contratación que asciende a 579,8 millones. En el período 2010-2012 el IEPS reportó la generación de oportunidades productivas por 171 millones, lo que representó aproximadamente un 6% de cobertura (esencialmente en confección de uniformes, maderas y juguetes, cuero y calzado, biocombustibles y ventas independientes). Es decir, 14 puntos porcentuales menos que el objetivo planteado para 2013.
Limitaciones para el desarrollo
Para otros gremios empresariales, como el de los panificadores, el progreso del sector no es dinámico. Pedro Miranda, presidente de la Federación Nacional de Panificadores del Ecuador, manifestó que los artesanos “no tenemos oportunidades” para proyectarnos como empresa, pues “no existe una preparación adecuada que nos oriente, por ejemplo, a generar mayor valor agregado a la cadena de producción del pan y ser más competitivos”. Destacó que hace falta “capacitación con profesionales del campo que garanticen una enseñanza de acuerdo a nuestra realidad”. Vemos que lo que está haciendo el Servicio Ecuatoriano de Capacitación Profesional (SECAP) no responde a las necesidades que nuestro gremio vive a diario”.