ENTREVISTA
‘Dejará un legado extremadamente positivo’
Una imagen del monumento del Cristo Redentor recibe a quienes visitan la embajada de Brasil en Quito, del mismo modo que la estatua en Rio de Janeiro recibirá a los turistas en el Mundial. El embajador Fernando Simas destaca el legado que dejará la Copa del Mundo para su país en términos económicos, políticos y sociales.
¿Qué implicaciones tiene la realización del Mundial en Brasil?
Lo principal es que haber captado la realización del Mundial en Brasil es un indicador de una nueva posición que el país tiene en el escenario mundial. La última Copa que se realizó en América del Sur, en 1978, fue en Argentina bajo un proceso histórico completamente distinto. Estamos hablando de una región donde ahora hay un crecimiento democrático y políticas progresistas. El tener la capacidad de realizar el Mundial en Brasil representa un reconocimiento de toda la evolución de la región durante los últimos años. Además, como es un megaevento, nos ofrece una ventana de oportunidades para mostrar que somos países que podemos organizar eventos de gran importancia global, hacerlo bien y en un momento positivo de nuestras sociedades y de nuestras economías.
"Como es un megaevento, nos ofrece una ventana de oportunidades para mostrar que podemos organizar eventos de gran importancia mundial".
¿En términos económicos qué significa la Copa y qué legado dejará para su país?
El Mundial le ofrece al país-sede una posibilidad de proyectarse hacia afuera de una manera mucho más intensa y durante un período de tiempo en el que todas las miradas de la prensa mundial están sobre Brasil. La inversión para la Copa representa un número pequeño en comparación con el PIB. Por otra parte, estamos realmente interesados en que exista un legado para el país que vaya más allá de los 30 días del campeonato. Es un legado que se expresa en cómo se han dispuesto las inversiones en la organización del evento. Se habla mucho de que la inversión en la construcción de los estadios fue exagerada, pero hay que decir que fue menor que lo invertido en las 2 copas anteriores. Según los cálculos, el conjunto de las inversiones para el Mundial suma $ 12.000 millones; para los estadios se destinaron $ 3.500 millones, de los cuales, la mayor parte viene de financiamiento público a grupos privados y gobiernos locales y municipales que van a retornar a los cofres del tesoro. Además, más de $ 7.500 millones se destinaron a infraestructura y logística: aeropuertos, puertos, seguridad y desarrollo urbano. Aunque es cierto que algunas obras no concluyeron para el inicio del Mundial, esas inversiones quedarán más allá de la Copa. Todo va a ser visible en el mediano plazo. La realización de la Copa fue un acelerador de inversiones que eran indispensables. Tenemos datos para estar convencidos de que la Copa dejará un legado extremadamente positivo para el país.
¿A qué responden las manifestaciones que ocurrieron en el año pasado y están ocurriendo ahora?
Me gustaría dejar claro que hubo una cierta confusión entre los reclamos (sociales), que son legítimos, y un supuesto movimiento anti-realización de la Copa en Brasil. Hay que separar 2 ámbitos, el de las manifestaciones que es legítimo y está protegido por nuestro marco constitucional y la realización de la Copa que tiene que darse dentro de ciertos parámetros de seguridad para quienes nos visitarán, de tranquilidad para aquellos que quieran participar de esta gran fiesta. El telón de fondo de la Copa no es un sentimiento contra el evento, más bien es un megaevento que llama la atención del mundo y la gente aprovecha este momento importante para hacer visible algunos de sus reclamos, es normal y es legítimo.
Hubo una corriente de opinión que dijo que la Copa representaba un desvío de ciertas inversiones y esa es una visión equivocada. Hemos comparado la inversión del Mundial con otras inversiones públicas y, por ejemplo, hemos visto que mientras nos estábamos preparando para realizar la Copa, la inversión en salud se triplicó y en educación se duplicó.
De otro lado, ¿cómo evalúa las relaciones entre Brasil y Ecuador?
Hemos tenido 4 años sostenidos de crecimiento de nuestros compromisos bilaterales, especialmente porque coincidimos en temas como inclusión social, salud y educación. La presencia de Brasil en Ecuador se puede ver en obras viales, proyectos hidroeléctricos, y en créditos del Banco de Desarrollo (BNDES, estatal).