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Ecuador, 22 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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TEMA CENTRAL

¿Cuál sería el escenario económico de Colombia sin guerra?

Colombia vive una guerra interna desde hace 50 años, pero su economía crece a tasas similares o hasta superiores a las de otros países de la región que no viven en guerra. Incluso, estudios como el divulgado hace unas semanas por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Centro de Recursos de Análisis de Conflictos (Cerac), señalan que el desempeño económico de Colombia sería mucho mayor sin conflicto.

“El estudio demuestra que con la paz, la tasa de crecimiento de 2013 hubiera podido llegar a 8,7% en lugar de 4,3%, que efectivamente se alcanzó”, afirmó en la presentación del estudio en Bogotá, Fabrizio Hochschild, coordinador de la ONU en Colombia y representante del PNUD.

La economía colombiana ha crecido a tasas superiores a 4% en los últimos años, básicamente impulsada por la exportación y los altos precios de recursos naturales como el petróleo y los minerales; ha recibido enormes inversiones extranjeras; también ha logrado reducir la pobreza y la indigencia, aunque la desigualdad sigue siendo una de las más altas de la región.

Como las prioridades de Colombia se concentran en el conflicto interno, los gastos destinados a defensa y seguridad son enormes. “Estamos hablando de que la sociedad colombiana está gastando más del 8% de la riqueza que produce anualmente en combatir la insurgencia, el crimen organizado y la criminalidad común. En comparación, el promedio latinoamericano gasta solo el 1,6% del PIB en seguridad provista por el Estado”, escribió el reconocido economista colombiano Salomón Kalmanovitz en el artículo ‘El impacto económico del conflicto interno colombiano y un escenario de paz’.

En el presupuesto de 2014 calculado en $ 77.750 millones, casi el 18% ($ 13.800 millones) está destinado a Defensa. Esos gastos se duplicaron entre 2000 y 2014.

En una entrevista desde Bogotá, este profesor de la Universidad Jorge Tadeo Lozano considera al cálculo del PNUD “un poco exagerado”, pero admite que sí habría un impacto positivo en el crecimiento con el fin del conflicto porque los recursos destinados a lo militar podrían invertirse en ámbitos pendientes de desarrollo en Colombia como infraestructura, productividad agrícola, bienes públicos, investigación, riego, drenaje, controles fitosanitarios, entre otros. “Entonces ahí sí haría una diferencia”, señaló.

El gasto en Defensa se duplicó entre 2010 y 2014 pasando de $ 6.345 millones a $ 13.870 millones. 

Según el PNUD y el Cerac, el conflicto cuesta al menos 0,5 puntos porcentuales del PIB colombiano. Con la paz, el crecimento se hubiera duplicado en la mitad del tiempo.

El ingreso por habitante habría sido de $ 16.700 millones en 2013 en lugar de los $ 11.200 que tuvo de acuerdo con el estudio de la división de la ONU.

 

“Hay ciertos frenos para el crecimiento potencial de la economía colombiana que tienen que ver con la logística, tenemos muy malas carreteras, muy mala infraestructura, el sistema educativo es bastante deficiente”, detalló Kalmanovitz.

Con todos esos problemas sumados a los que se derivan del conflicto, Colombia sigue creciendo y el año pasado desplazó a Argentina, convirtiéndose en la tercera economía de Latinoamérica, detrás de Brasil y México, según la consultora Capital Economics (Londres), que se basa en el análisis del crecimiento de las economías a precios de mercado. Años atrás, ya había superado a Venezuela.

Según el informe del PNUD, el conflicto cuesta al menos 0,5 puntos porcentuales del PIB colombiano. Con la paz, el crecimiento se hubiera duplicado en la mitad del tiempo y el ingreso por habitante habría sido de $ 16.700 en 2013 en lugar de los $ 11.200 que tuvo. Además, con el fin del conflicto armado, que ha causado la muerte de 218.094 personas entre 1958 y 2012 más miles de desplazados (según cifras oficiales), se recuperarían 800 mil hectáreas de tierra.

 

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“Un país de contrastes”

Colombia, con 48 millones de habitantes, “es un país de grandes contrastes económicos y sociales”, es una de las economías más grandes de Latinoamérica “y al mismo tiempo presenta altos niveles de desigualdad social y pobreza”, explicó Santiago García, doctor en Economía y profesor de la Universidad Central del Ecuador y de la Andina Simón Bolívar.

El académico describe el modelo colombiano como la combinación de una sostenida estrategia de apertura comercial hacia la inversión extranjera y la implementación de programas y proyectos para incrementar la competitividad de las empresas colombianas y lograr una mayor industrialización con altos contenidos tecnológicos.

El embajador de Colombia en Quito, Ricardo Lozano, destacó el avance de su país porque “con todos los problemas que tenemos y con todo lo que hemos vivido es un crecimiento bastante positivo”. Respecto a la desigualdad dijo que está entre los 2 ejes claves del próximo período del presidente Juan Manuel Santos, reelegido el 15 de junio. El otro es sellar el acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Además, detalló que en los últimos 4 años, en su país salieron de la pobreza 1,7 millones de personas y 700 mil más dejaron la pobreza extrema.

Según las cifras disponibles en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la pobreza bajó de 45,2% a 32,9% y la indigencia, de 13,9% a 10,4% entre 2005 y 2012.
El funcionamiento de la economía colombiana también evidencia contrastes.

Si bien el crecimiento está impulsado, básicamente, por el desempeño de los sectores minero, de hidrocarburos y gas, “estos han sesgado el crecimiento en contra de la agricultura y la industria porque han contribuido a revaluar la tasa de cambio”, lo que afecta a la competitividad, explicó Kalmanovitz.

 

 

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A ello se suma que esos sectores, intensivos en capital, no generan gran cantidad de empleo y el valor agregado sale del país al ser inversión extranjera. “Por ejemplo, con el carbón. Sacan montañas de carbón que llegan al ferrocarril y se van del país. Las utilidades son de empresas extranjeras y el valor agregado no se queda en la región, ni en el país. Eso se ve claramente en las 2 regiones que producen carbón y son muy pobres: La Guajira y el departamento del Cesar. La riqueza producida ahí no se ha repartido, no ha llegado ni siquiera a las poblaciones vecinas a la actividad”, dijo.

La Inversión Extranjera Directa (IED) en Colombia creció de $ 6.056 millones en 2006 a 15.649 millones en 2012. La tasa de desempleo ha caído en los últimos años. En 2013 fue de 10,1%.

El otro componente de la política económica y comercial de Colombia es la visión de apertura —como lo evidencia su discurso— y el hecho de buscar tratados de libre comercio (TLC) y liberalización arancelaria con sus socios más importantes. Están vigentes acuerdos de ese tipo con Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros, y junto con Perú, México y Chile, Colombia impulsó la creación de la Alianza del Pacífico, bloque que en menos de 2 años de implementación ya liberó de aranceles al 92% de los bienes. Otra vez el sector agrícola y el industrial se han visto afectados por esta política. El primero realizó en 2013 grandes movilizaciones y el Gobierno propuso salvaguardas para los afectados. De otro lado, la industria había registrado una caída en 2013, pero en el primer trimestre de 2014 la tendencia se revirtió y el sector manufacturero creció 3,3%.

Los pendientes tras la reelección

La paz no es el único desafío de Santos para los próximos años, Marcela Eslava, Ph.D. en Economía y docente en la Universidad de los Andes realizó una lista de los 3 “pendientes económicos del nuevo gobierno de Santos” en el portal www.lasillavacía.com. El primero se refiere a la política agropecuaria estructural para que esté enfocada en la provisión de bienes públicos indispensables para el campo como títulos de propiedad, riego, carreteras, investigación y desarrollo, entre otros.

En segundo lugar está la infraestructura. Colombia ha tenido graves problemas de corrupción en la obra pública que también ha sido criticada por su mala calidad o su ineficiencia. Construir corredores férreos y fluviales, así como resolver problemas logísticos para el movimiento de exportaciones son fundamentales.

Por último, Eslava menciona la educación. Señala que existe una gran población que apenas ha terminado el colegio y eso impacta en sus posibilidades laborales. Además, de quienes pasan a la educación superior, casi el 80% se decide por carreras universitarias en lugar de técnicas o tecnológicas. En el campo de educación los retos están en mejorar la calidad de la educación escolar y generar políticas a largo palzo de formación para el trabajo.

Para ampliar este tema y conocer más sobre la relación económica entre Colombia y Ecuador le invitamos a leer la entrevista que MÁSQMENOS realizó al embajador Ricardo Lozano: 

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