Ecuador lidera los indicadores
El documento informativo Panorama Social de América Latina de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de 2012 refleja la situación social de la región donde se presentan nuevas luces sobre la desigualdad. La edición aboca en gran medida aspectos de la ocupación del cuidado: empleo remunerado, gastos de los hogares en este ámbito; y la situación y requerimientos de cuidado de personas con discapacidad. Entre 2010 y 2011 se analizó la reproducción intergeneracional de la desigualdad y las brechas de productividad, respectivamente.
Se presentan, como es costumbre, los capítulos indispensables del análisis de la pobreza y la desigualdad. La región registra un fuerte descenso de la pobreza durante la última década: en 1990 el 48,4% de la población era pobre y el 22,6% estaba en la indigencia. Para 2012, la pobreza se redujo al 28,8% y la indigencia se ubica en 11,4%. Esta última, desde 2010 ha estado casi invariable. En un análisis comparativo, Argentina se encuentra junto a Uruguay en los niveles más bajos de pobreza, siendo los más altos Paraguay y República Dominicana.
La reducción es casi generalizada (en 2011, con respecto a 2010, la pobreza aumentó en tres países: Costa Rica, República Dominicana y Venezuela) pero es llamativo el descenso vertiginoso de la pobreza en Argentina. Desde el 2002 la pobreza se ha reducido en más de 29% mientras la indigencia se ubica en 13%, siendo el único país con un cambio tan drástico.
Según especialistas de consultoras privadas de Argentina, existe una tasa de inflación subestimada, la misma que influye en un poder de compra más alto, permitiendo bajas cifras de pobreza. Aparte de ese caso, la tendencia ha ido hacia una reducción sostenida de la pobreza y de la indigencia en el sector (Tabla 1).
La concentración del ingreso por países es otro de los avances de la región en la última década. El 40% más pobre recibe el 15% de los ingresos totales (en la década de los noventa estaba por debajo del 10%), mientras el 10% más rico recibe el 32%. La Cepal considera que la reducción de los elevados niveles de desigualdad en la distribución del ingreso es uno de los grandes desafíos de América Latina.
Según el Director de la División de Desarrollo Social, Martín Hopenhayn, la región tiene grandes avances en este indicador siendo Ecuador, Argentina, El Salvador, México, Nicaragua y Perú países que registran valores mayores en el extremo inferior de la distribución (un 16% o un 17%) y algo menores entre el 10% más rico (en torno al 30%). Costa Rica y República Dominicana han sufrido un deterioro con respecto a la región (gráfico 2).
Otro avance de la región se refleja en el coeficiente de Gini, que en 9 países de 17 países se redujo a un ritmo de al menos un 1% anual (2002-2011). Entre los países que registraron los descensos más significativos se encuentran la Argentina, Bolivia, Nicaragua y Venezuela, todos ellos con tasas anuales de reducción del coeficiente de Gini superiores al 2%. Este proceso no se vio particularmente afectado por la crisis económica de 2008. Ecuador se encuentra tercero entre las mejores distribuciones del ingreso de 2011, después de Uruguay y Venezuela
(gráfico 3).
Las causas de la reducción de la brecha de la desigualdad tiene, según Hopenhayn, tres razones: mayores logros educacionales, acceso a la protección laboral, redes sociales y servicios básicos con una participación activa del Estado. Con respecto a esto, el gasto público social ha sido altamente procíclico hasta mediados de la década de 2000 cambiando en el segundo lustro dado el esfuerzo sistemático de varios países para reforzar los programas sociales, en particular, los orientados a la lucha contra la pobreza, hecho que marcaría un punto de inflexión en el comportamiento del gasto social.
Actualmente el Presupuesto General del Estado (PGE) dedica cerca del 30% del gasto total al sector social (Educación, salud, trabajo, bienestar social y vivienda). Sin embargo, cuando se analiza el peso del gasto social sobre el Producto Interno Bruto de cada país en el informe de la Cepal, las cifras no pueden ser comparables. Esto se debe a que el gasto social es tomado de diferentes clases de gasto público.
Para Argentina, Brasil, Bolivia y El Salvador se toma el gasto social del Sector Público no financiero (SPnF), donde interviene todo el Estado excepto la banca pública. Para Ecuador se toma el gasto social procedente del PGE que representa el 60% del SPnF. Para Costa Rica se utiliza el Gasto social del Sector Público (SP). Por eso Ecuador tiene resultados tan bajos con respecto a los 21 países de la región, cuando la situación puede ser totalmente distinta.