Más mujeres viajan solas
Los paquetes turísticos para personas solas están entre los más solicitados a escala mundial.
Aunque viajar sin compañía puede resultar aburrido, hay muchas razones por las cuales las personas deciden optar por conocer nuevos destinos en solitario. Yara Coelho, autora del blog Heart of a Vagabon considera que viajar solo puede llegar a ser una de las aventuras más gratificantes debido a las personas que se puede conocer. “Cuando una persona viaja con un grupo de amigos o con un compañero, tiende a pegarse a ese pequeño círculo. Al viajar solo, los turistas buscan entablar nuevas amistades y conocer a gente de otros países.
La gente que viaja sola representa la cuarta parte de los viajes de placer en el mundo, según D.K. Shifflet & Associates, una compañía de investigación turística. Además, se descubrió que apenas menos de la mitad de los viajeros solitarios en Estados Unidos son mujeres.
Al optar por esta modalidad de viaje, muchas mujeres experimentan un sentido de autosuficiencia.
“Un viaje nunca es perfecto, y cuando algo sale mal, siempre sientes el poder de sentir que estás atravesando una situación porque tú la elegiste”, dice Beth Whitman, autora de guías para mujeres que viajan solas.
En realidad, cada vez son más las mujeres que viajan sin compañía, lo cual refleja un cambio cultural. Hace algunas décadas, pocas mujeres decidían emprender un periplo sin sus familias. Hoy es muy común ver a mujeres que andan solas por el mundo.
Aunque este hecho no es reciente, en los últimos años se acentuó.
Cada vez es mayor el número de agencias de viajes que organizan periplos solo para mujeres solas que quieren viajar en grupo, amigas que buscan divertirse unos días en algún destino o que prefieren compartir el gasto de una habitación doble antes que afrontar el de una soltera. Si bien las compras y el spa son 2 temáticas atractivas para el público femenino, las propuestas de las agencias de viajes rompen con este estereotipo: hay salidas a Cuba, Jordania, Perú, China y Nueva York, entre otras.
A la hora de hablar de tendencias, todos coinciden en señalar destinos como Dubái (Emiratos Árabes Unidos), Sudáfrica e India.
Según un artículo publicado en el diario El Clarín, las mujeres son curiosas y al viajar se sienten atraídas por destinos diferentes en relación con su lugar de origen.
En la publicación Viajeras: el Manual para preparar tus viajes y lanzarte a descubrir el mundo, se recomienda que el primer viaje no tiene por qué ser al otro lado del mundo ni tiene que durar meses.
Lo mejor, señala este manual, es empezar por un viaje corto y cómodo, porque es la mejor manera de familiarizarse con la experiencia de viajar sola y tener la seguridad de que puedes volver pronto a casa.
De esta manera, el choque cultural no será tan grande y es posible ir descubriendo gustos y preferencias.
Aunque algunas viajeras toman la decisión de empezar un periplo acompañadas de una amiga, esta opción tiene también sus ventajas y desventajas. El compartir los gastos de alojamiento y comida siempre resultará beneficioso. Además, siempre habrá una persona con la cual conversar e intercambiar experiencias, pero al viajar acompañada el viaje deja de ser algo ‘tuyo’ para convertirse en una experiencia compartida.
Con frecuencia, también deberán llegar a acuerdos y muchas veces, una de las 2 tendrá que ceder. En la actualidad, hay muchas agencias que diseñan paquetes turísticos para mujeres solas y organizan desplazamientos a destinos exóticos. La ventaja de estos programas es que están diseñados por agencias. De este modo, muchas viajeras se sentirán más protegidas y seguras. Por otro lado, no tendrán que coordinar el transporte, buscar alojamiento ni decidir dónde comer.
Sofía Granda dice que aunque es más cómodo optar por una agencia, siempre es un poco más costosos y da menos independencia para poder moverse de un sitio a otro. Por otro lado, está la relación que hay que establecer con el resto del grupo y con la guía que siempre marcará el trayecto. Si hay química con ellos no habrá problema, pero en caso de no congeniar con el grupo, pueden surgir conflictos.
Un informe publicado por la revista Ámbito, el 80% de quienes buscan paquetes turísticos en solitario son mujeres que tienen entre 45 y 60 años, solteras, divorciadas, separadas o viudas.
La modalidad de las mujeres que viajan solas se incrementa, año a año, en los cruceros, principalmente. La presencia femenina es más evidente en el embarque o desembarque de estos cruceros a diferentes destinos.
De hecho, cada vez hay más mujeres solas o grupos de amigas que eligen ese modo de vacacionar.
Hay varios factores que ayudan a eso. El crucero invita a socializar y empuja a la participación por sus actividades de integración.
En el barco, en general, hay todo tipo de actividades para las turistas. La gente se cruza en el gimnasio, en el comedor, en los bares, en las piscinas, en el casino, en las salas de espectáculos y en los lugares de baile. De esta manera, la socialización se facilita. Sofía explica que viajar sola es mucho más fácil y seguro de lo que muchas personas cuentan.
“Para emprender un viaje en solitario solo se necesita una personalidad especial”.
Comenta, además, que ha viajado sola, porque no encontró a nadie que quisiera irse con ella sin fecha de vuelta, y porque siempre fue bastante solitaria e irse sin compañía concordaba con su modo de ser. Para esta joven viajera, una de las partes más difíciles de viajar sola es tomar la decisión de hacerlo. “Cuando ya compras el pasaje y preparas la maleta, te das cuenta de que ya no hay vuelta atrás. Así de fácil”.
A solas
Aniko Villalba cuenta en su blogque al viajar sola descubrió que la imagen que los medios nos muestran del mundo es muy limitada —negativa, casi siempre— y está muy lejos de reflejar la vida cotidiana de la gente en otras partes del globo.
Todas las mujeres deberían darse la oportunidad de hacer un viaje piloto. Es bueno viajar un fin de semana, una semana, 15 días o más. Los viajes suelen empezar a fluir mejor unos días después de haberlos emprendido.
Muchas mujeres comentan que cada vez que viajan solas, la gente se acerca a preguntarles si necesitan ayuda e intentan cuidarlas. Esto suele pasar más en América Latina y Asia y menos en Europa, pero es casi una constante. Solo por ser extranjera, la gente ayuda.