80 personas son llamadas a declarar en el caso Cosíos
Mi hijo no tiene esperanza de recuperarse, nunca va a despertar, ni hablar o caminar, no me volverá a pedir la bendición”, estas fueron las palabras de Manuel Cosíos, en medio de lágrimas y con la voz entrecortada, quien dio su testimonio en la audiencia de juzgamiento en contra del ex policía Hernán Salazar.
Salazar es acusado de intento de asesinato por, supuestamente, ser el responsable de herir con una bomba lacrimógena a Édison Cosíos, de 18 años, el 15 de septiembre de 2011 en una protesta estudiantil.
Hasta el mediodía de ayer en la Corte Nacional de Justicia, los miembros del Tribunal 7º de Garantías Penales de Pichincha escucharon el testimonio de 8 personas, de las 80 llamadas a declarar, entre ellas, el comandante general de la Policía, Rodrigo Suárez; el general (r) Patricio Franco, y el ministro del Interior, José Serrano, quienes afirmaron que luego de los hechos, mantuvieron una reunión con la cúpula policial para analizar los informes de Inteligencia.
Relataron que entre los uniformados identificados estaba Salazar, a quien le preguntaron si realizó el disparo en contra del estudiante con el arma Truflay. Su respuesta fue “ingresé al colegio, pero por la adrenalina del momento no recuerdo si disparé o no”.
Tres médicos del Hospital Eugenio Espejo indicaron que el joven llegó a las 18:00 y presentaba un trauma craneoencefálico moderado, los análisis demostraron que el impacto lesionó el 80% de su cerebro.
Ocho horas después ingresó a cirugía, pero en la madrugada fue sometido a una segunda intervención. Desde ese momento permanece en estado vegetativo.