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Ecuador, 23 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo

Las puertas del camposanto están abiertas hasta las 20:00

Patrimonio Cultural del Ecuador en Tulcán cumple 31 años en 2015 (Galería)

José María A. Franco Guerrero, jardinero de profesión, sembró los primeros cipreses en el cementerio municipal en 1936. Fotos: Marco Salgado / El Telégrafo
José María A. Franco Guerrero, jardinero de profesión, sembró los primeros cipreses en el cementerio municipal en 1936. Fotos: Marco Salgado / El Telégrafo
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Mientras el sol se esconde, las luces del cementerio municipal de Tulcán (Carchi) iluminan las 309 esculturas en ciprés que dan vida a 8 hectáreas de extensión, donde están enterradas 14 mil personas.

Las esculturas en verde, creadas por José María Azael Franco Guerrero, en 1936, son réplicas de figuras precolombinas como La Tolita, Chorrera y Valdivia; también de la civilización egipcia, romana y árabe.

Arcos de medio punto, pilones, mascarones gigantes y representaciones de la fauna ecuatoriana decoran el lugar.  

El 28 de mayo de 1984 le fue otorgado al cementerio de Tulcán el mayor reconocimiento: Patrimonio Cultural del Ecuador, y el 23 de agosto del mismo año la Dirección Nacional de Turismo lo declaró Sitio de Interés Turístico Nacional.

Jardines y parques internos

Al subir las gradas -que permiten a los familiares visitar las tumbas que están en segundo y tercer nivel- el viento helado de la noche, en la también conocida como ‘Centinela norteña’, cala los huesos. El frío deja de importar cuando desde esa perspectiva se alcanza a observar en toda su inmensidad la belleza de los jardines y parques internos del camposanto.

Su estructura permite distinguir dos secciones. La primera parte, al momento de ingresar al camposanto, se denomina ‘Altar de Dios’. La familia Franco Guerrero es la responsable de mantener esta sección, donde se encuentran la figura ‘Camino al Cielo’, la primera en ser esculpida;  ‘Mascarones de la alegría y la tristeza’; réplicas de arte precolombino de San Agustín, Cacique Quillasinga, Monumento al Trabajo, y el Imperio de los Incas.

Por otro lado, la parte posterior que fue constituida 57 años después por Lucio Ramón Reina, está conformada por dos jardines laterales nombrados ‘Parque de los Recuerdos’. Aquí se encuentran las imágenes de shamanes, la ‘Mama Negra’, culturas Tolita y Chorrera, y animales como un búho, un ángel, pingüinos, entre otros.  

Las 309 esculturas en verde que decoran el cementerio de Tulcán son retocadas todos los días para que mantengan su forma.

También pueden encontrarse esculturas artísticas talladas en piedra por el maestro José Antonio Chuquin, las mismas que le dan un toque armónico.     

Las esculturas están talladas en ciprés, pueden vivir hasta 500 años y se mantienen gracias a los suelos calcáreos del sitio que favorecen su crecimiento. Según la Prefectura del Carchi, actualmente los árboles tendrían alrededor de 60 años.

Otra de las secciones de este santuario es el museo, en donde pueden observarse varias fotografías de acontecimientos relevantes de la provincia.  

Es así que algunas tumbas acogen los restos de importantes personajes que han sido parte de los procesos de democracia y libertad del país y del pueblo carchense: el General Rafael Arellano, Alejandro Mera y los miembros de la Segunda Misión Geodésica Francesa enviada al Ecuador, entre otros.

José M. Franco, jefe de parques

Por su gran habilidad con la jardinería, Franco Guerrero, de la parroquia de El Ángel (Carchi), fue solicitado por otras ciudades para que trabaje como jefe de los parques de Quito (Pichincha), como la Universidad Central del Ecuador, y de los colegios Agrícolas de Ambato (Tungurahua) y Latacunga (Cotopaxi).

Este jardinero aprendió a cultivar plantas cuando era joven junto a José Félix Galárraga, ingeniero agrónomo especializado en Estados Unidos. Su primer trabajo lo hizo en el parque de su natal parroquia cuando Elías Cadena Urresta, presidente del Concejo Municipal de Espejo, requirió de sus servicios.

A lo largo de sus años de experiencia recibió varios reconocimientos como al ‘Mérito Laboral’ y al ‘Mérito Cultural’, además del premio ‘APTE’ otorgado por la Asociación de Periodistas Ecuatorianos de Turismo, en 1982.

José María murió de un derrame en 1985 cuando realizaba su trabajo. Como encargado de continuar con esta obra de arte quedó su hijo, Benigno Franco Carranco, quien falleció el pasado 5 de septiembre a los 78 años de edad.

Atractivo turístico   

Desde 2011 este Patrimonio Cultural del Ecuador cuenta con iluminación para que los turistas disfruten de un momento mágico. Esto ha dado una nueva alternativa para los visitantes que gustan de paseos nocturnos.

Según la disertación de grado de Mayra Alejandra Castro Fuertes, de la Universidad Politécnica Estatal del Carchi en 2014, los turistas de nacionalidad colombiana son los que con más frecuencia asisten a este cementerio, seguidos de los ecuatorianos, alemanes, peruanos y venezolanos.

La entrada al camposanto, que desde el año 2005 lleva el nombre de José María A. Franco, no tiene costo alguno para visitantes nacionales y extranjeros.

Las puertas se mantienen abiertas desde las 07:30 hasta las 20:00.

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