Tulcaneños conocieron investigación periodística del caso Chevron
La investigación periodística Caso Chevron, la verdad no contamina de los autores Orlando Pérez, director del diario público EL TELEGRAFO, y Nelson Silva, coordinador de investigación de ese medio; fue presentada la tarde de este martes a estudiantes y público general que se dio cita en la biblioteca Luciano Coral de la Universidad Politécnica Estatal del Carchi (UPEC).
Los autores arribaron a la ciudad de Tulcán, al norte del país, acompañados de Luis Yantza, del comité de demandantes del caso Chevron, quien también presento su libro Las voces de las víctimas.
Pérez anunció que este martes la Asamblea Nacional, con 100 votos y 19 abstenciones, aprobó que la Comisión de Biodiversidad investigue el caso Chevron. El libro revela la afectación de la petrolera en 5 millones de hectáreas, en dos provincias, Orellana y Sucumbíos, y que causó enfermedades de cáncer y leucemia. 30 mil indígenas y colonos fueron afectados directa e indirectamente.
“Diría que este caso en la Amazonía, en el Ecuador y en la historia del país es más importante que la guerra del Cenepa, porque hay más gente enferma, porque la naturaleza está contaminada; del Cenepa nos quedan las minas, quizá causando daño menos que antes, pero de lo que pasa en la Amazonía con la contaminación de Chevron, quizá no nos libraremos ni en 200 años”, señaló.
Para Yantza, el caso representa una lucha de años y que Chevron quiere burlarse de la justicia ecuatoriana bajo argucias de que la sentencia es un fraude. Además de que la reparación tomará años tanto social y ambiental.
Denunció que la petrolera con el propósito de ganar dinero usó tecnología obsoleta y barata, con lo que provocó que se vertieran 16 mil millones de galones de desechos tóxicos directamente a los ríos y pantanos.
De esos millones de galones en la práctica son muchos más. Sostuvo que si hubieran usado una tecnología que para la época ya existía en los años 70 y que era usada en Texas (Estados Unidos), se hubiera evitado que se contaminaran miles de hectáreas y 5 nacionalidades y pueblos indígenas de la Amazonía ecuatoriana, incluidos los que llegaron atraídos por las “bondades” que ofrecía la explotación petrolera.
Recordó que los afectados decidieron luchar de forma colectiva y con el apoyo de aliados lograron el 14 de febrero del 2011, la sentencia condenatoria contra la compañía Chevron, pero se rehúsa a pagar la demanda de 9 mil 500 millones de dólares, utilizando una serie de argumentos. En las provincias Sucumbíos y Orellana dijo que hay más de 800 fosas llenas de desechos tóxicos, en su mayoría se hallan tapadas.
Durante la presentación del libro, Silva hizo público que en la página 44 del texto se halla el nombre de un jurista de origen tulcaneño que habría recibido pagos cuantiosos para favorecer a la petrolera y que actualmente radica en Estados Unidos. Esto llamó la atención y sorpresa de los presentes que desconocían el detalle.
A decir de Daniel Suarez, de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), son pocos los 6 capítulos y 272 páginas con la magnitud y daño que dejó Chevron, es poco comparado con la realidad, sufrimiento y enfermedades que dejó en el ambiente y salud humana en las dos provincias del norte de la Amazonía, pero le material investigativo debe quedar como un documento histórico y como un aporte de los autores en función de país.
Tras la presentación del libro, Pérez y Silva firmaron ejemplares que los asistentes obtuvieron no sin antes anunciar que trabajan en otra investigación que muy pronto verá la luz en otra publicación. (I)