Sobre los contratos perjudiciales para el Estado en cuanto a telefonía que se hicieron cuando usted  fue  titular del Conatel, ¿qué puede decir?
No tengo rabo de paja. He sido sometido a control, indagaciones y exámenes especiales de la Contraloría, a pesar de que mi último paso por el sector público en el Conatel fue solo de un año y medio. No tengo por qué preocuparme ni evadir nada.

Se dice que usted hizo contratos de última hora como el de Globalnet en septiembre de 2006, pese a que sabía que solo estaría hasta enero de 2007, lo cual ha traído cola...
Lo de Globalnet no sé por qué ha traído cola. Yo no sé los detalles de eso. Es un contrato de un proyecto conjunto que venía arrastrándose varios años atrás, en conjunto con el Conam y Conatel, con préstamo del Banco Mundial. Cualquier inquietud sobre los informes que antecedieron para escoger a esa empresa, es deber de la Senatel. (sic)

Usted fue quien firmó esos  contratos y debía saber lo que firmaba. ¿No?
No, no no. Nosotros (Conatel) recibimos todos los informes técnicos y jurídicos de la Senatel. El Conatel, como cuerpo colegiado, estaba compuesto por el Jefe del Comando Conjunto de las FF.AA., el Superintendente de Telecomunicaciones y el secretario de la Senplades...

¿Eso quiere decir que la firma de ese contrato era una responsabilidad compartida y no solo de Solines?
Es una decisión de un cuerpo colegiado,  se adopta sobre la base de informes jurídicos y técnicos de una comisión que llevó adelante el proceso. Lo único que sé es que fue el contratista, el consorcio boliviano, el que demandó al Estado, por incumplimiento. Incluso, una vez, aprovechando que el director de Patrocinio de la Procuraduría era un amigo mío, me llamaron y me pidieron que les explicara de qué se trataba el tema, para poder defender al Estado.

¿Supo que se incumplió el contrato?
Pero eso fue posteriormente, después de que salí del cargo. Lo único que supe es que habían problemas con ellos.  

Hay una sentencia que conmina a Globalnet a pagar $ 17 millones al Estado por daños y perjuicios
No he sabido eso, pero si fuera así, si incumplieron, bien hecho que les demanden, como deben hacerlo con todos los  contratistas incumplidos. Supe que ellos también contrademandaron al Estado porque no les dio la contraparte de la inversión del proyecto y tampoco las facilidades para que lo cumplieran.

¿Por qué se firmó este contrato en la notaría de su madre? ¿Eso es ético?  
Esa es otra cizaña que se  ha tratado de meter en contra mía, porque como no encuentran nada tienen que recurrir a esas pequeñeces. Este contrato, que ni siquiera fue pedido por nosotros sino por el Conam, se sorteó en el Colegio de Notarios y recayó en el despacho de mi madre. Cuando me enteré de esto lo tomé con sorpresa y le consulté: “¿Oiga mamá, ha recaído en su notaría un contrato que yo voy a firmar como testigo de honor y como contratista, no sería bueno que mejor usted se excusara?”. Entonces me dijo “pero por qué, si es sorteado, por qué me voy a excusar”. Le dije: ah, bueno, pregunto nomás.