6 de cada 10 ecuatorianos votaron contra la tauromaquia
Los quiteños antitaurinos piden cuentas al Alcalde
Decenas de jóvenes se concentraron ayer al frente de la Alcaldía de Quito para rechazar las corridas de toros que se realizarán en la plaza Belmonte, durante las fiestas de Quito.
Varios muchachos semidesnudos se acostaron en el asfalto con banderillas en las espaldas, otros portaron fotos que demostraron el maltrato que sufren estos animales en el llamado ‘espectáculo’.
El acto fue organizado por el Colectivo Abolición es Evolución. Juan José Ponce, vocero de la entidad civil, explicó que la protesta se realiza para recordarle al alcalde de Quito, Mauricio Rodas, que en 2011 se realizó una consulta popular a través de la cual la ciudadanía manifestó su rechazo a actividades que involucren daño a los animales.
Ponce explicó que las autoridades, a su conveniencia, interpretaron la norma para que en estas ‘fiestas’ no se practique la estocada final, pero aún así sufre el animal.
Los jóvenes recordaron que se venció el plazo para el análisis de la iniciativa taurina que se puso en el Concejo. Ellos esperan que la próxima semana sea analizada la propuesta en segundo debate. Esta iniciativa plantea prohibir categóricamente cualquier espectáculo que suponga tortura o muerte para los animales (peleas de perros, de gallos o tauromaquia).
“Estamos en medio de un proceso democrático y aún así se otorgan los permisos para que ocurran las corridas”, dijo el coordinador.
Los jóvenes exigieron que Luz Elena Coloma, encargada de Quito Turismo, explique por qué se otorgan estos permisos a José Luis Cobo, empresario que organiza una feria. “Se mintió a la población. Desde 2011 se han pasado matando toros en la Plaza”, dijo.
El activista Cristian Vásquez criticó a la alcaldía por dar permiso para las corridas este año. “Se quiere favorecer a pequeños grupos a cuesta del dolor. En Quito se decidió que no se hicieran estos actos, pero a pesar de ello siguen estas actividades”, reiteró.
El activista señaló que en Belmonte se han sacrificado al menos 30 toros por año durante esas denominadas ferias taurinas. “Los toros no mueren en el ruedo, pero los sacrifican fuera de los mataderos. Son despellejados aún vivos”, dijo.
Vásquez aseguró que todas esas prácticas sangrientas están documentadas en países como Costa Rica, Perú, Ecuador, Colombia, México, Francia y Portugal. (I)