“me tapé con cemento. Cerré los ojos y me encomendé a la virgen”, dice el sobreviviente
Asesinato de dos obreros motiva reunión de waoranis
Representantes de la Nacionalidad Waorani de Ecuador se reunieron ayer en Puyo (Pastaza) para analizar las circunstancias en que fueron asesinados dos obreros de Ecuador Estratégico, el viernes pasado, por un comunero de Tigüino-Bataboro.
Aunque aún no hay un acuerdo, dirigentes y miembros waoranis estiman que debería ser la justicia ordinaria la que juzgue este caso.
Esto, tomando en cuenta que el ataque en el que fallecieron Luis Arcenio Pinanjota, de 46 años, y Juan Carlos Quishpe, de 28 años, oriundos de El Quinche (Pichincha), y que dejó herido a Edwin Quishpe no lo provocaron las comunidades, sino un padre de familia perteneciente a esa etnia, quien habría enloquecido luego de que la doctora del centro médico de la zona le confirmó la muerte de su hijo de 10 años de edad. El menor aparentemente se ahorcó, de forma accidental, mientras se encontraba en la hamaca de su casa.
Gilberto Nenquimo, exvicepresidente de las Nacionalidades Waoranis de Ecuador y actual líder de la comisión que averigua los pormenores de este doble asesinato, indicó a ELTELÉGRAFO que ayer se reunieron los miembros del Consejo de Gobierno de esa etnia y de la comunidad que presenciaron el hecho, para analizar la situación.
Admitió que están sujetos a las leyes del país, por lo que si los familiares de los obreros muertos denuncian, la justicia ordinaria debería hacerse cargo, a través de la Fiscalía, para resolver el asunto.
Luego de que se pongan de acuerdo entre waoranis, entonces solicitarán reunirse con delegados del Gobierno para abordar el tema.
La comisión la integra también Pedro Enqueri, dirigente del Consejo de Coordinación de la Nacionalidad Waorani de Pastaza.
Nenquimo confirmó que el indígena implicado aún no ha sido detenido, pues está en la comunidad, pero internado en la selva.
Por su parte, el actual presidente de la Nacionalidad Waorani del Ecuador, Moi Enomenga, en declaraciones a la prensa coincidió en decir que podría ser la justicia ordinaria la que analice el caso, pero que de todas maneras se encuentran estudiando la situación y recabando información para determinar el verdadero origen del ataque.
Autoridades ecuatorianas como el ministro del Interior, José Serrano; el viceministro de Defensa, Carlos Larrea; y el ministro coordinador de Seguridad, Fernando Cordero, el fin de semana informaron que la Fiscalía deberá hacer una investigación a fondo que satisfaga a los waoranis y a los familiares de los obreros fallecidos.
Jorge Chiza es el fiscal a cargo de la indagación, cuya investigación deberá determinar si es necesario abrir la etapa de instrucción fiscal en contra del indígena implicado: David Enkeri.
El relato del sobreviviente
Cuatro fueron los obreros de Ecuador Estratégico atacados por el indígena en un supuesto arrebato de locura tras enterarse de la muerte accidental de su hijo de 10 años.
Dos fallecieron lanceados y dos sobrevivieron, aunque uno de ellos resultó herido en el abdomen y debió ser sometido a una cirugía en el hospital de El Coca (provincia de Orellana). El otro resultó ileso porque se escondió y huyó.
“Me salvé porque me metí en una especie de bodega, me tapé con cemento y no me moví para nada. Cerré los ojos y me encomendé a la virgen de El Quinche”, contó.
La familia waorani los sorprendió mientras avanzaban en la instalación del agua potable en la comunidad de Tigüino. “Solo vi a uno, del susto no vi nada más. Nos arrinconó en una especie de bodega, en donde tenemos el cemento y material, al filo de la malla que tiene el cerramiento esa petrolera”, dijo.
Se resguardó junto a quintales y fundas de cemento y de allí no se movió. “Cerré los ojos y me encomendé a la virgen de El Quinche; cuando estaba escondido entre los cementos veía cómo esa persona les metía la lanza, les sacaba y les volvía a meter”, narró este hombre, quien ya retornó a su ciudad de origen.
Después, unos waoranis que trabajan también en la obra, le dijeron “¡córrete al bosque o te mata!”. Oyó la sugerencia y se internó en la selva; horas después regresó y se enteró de que sus amigos murieron.
“No sé si me salvó la virgencita, tal vez ese wao no me vio o no tendría nada contra mí, por eso no me hizo nada. El que nos atacó vivía en Bataboro, justo en el puente, mientras que nosotros vivíamos a 5 minutos de allí, él nos conocía bien”, añadió.
Cuando el peligro había pasado, el sobreviviente conversó con sus compañeros waoranis, quienes le comentaron que esas muertes, según la cosmovisión de los indígenas, estaban anunciadas.
“No sé las circunstancias en que murió el hijo del indígena. Personas de la comunidad contaron que cuando un hijo de ellos muere buscan desquitarse con otros. También decían que el jueves habían cogido un tigre bien grande y que estaba llorando, y que cuando llora de seguro hay muertes”.
Nenquimo dijo que, desde la cultura y cosmovisión de los waoranis, efectivamente, cuando se caza a un tigre y este no para de llorar de seguro habrá muertes.
Datos
A fines de 2012, una patrulla conformada por policías y militares fue atacada por habitantes de Tigüino. El hecho, según el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, ocasionó la destrucción de 2 patrullas.
En 2011, un grupo de nativos de la misma zona de Tigüino se tomó las instalaciones de la compañía petrolera brasileña Petrobell.
Tigüino y Bataboro son comunidades waos contactadas, cuyos habitantes acordaron con el Gobierno, hace 2 años, que les construya casas, centro de salud, escuela y sistema de agua potable y alcantarillado. En esto último laboraban 4 obreros de Ecuador Estratégico que fueron atacados por un indígena.