Alan García se quitó la banda presidencial y se marchó a casa
El presidente peruano, Alan García, entregó hoy la banda presidencial al jefe de la casa militar en el Palacio de Gobierno, y se marchó de la sede de gobierno sin participar en la investidura de su sucesor, Ollanta Humala.
García salió al patio frontal de Palacio de Gobierno, rodeado por su gabinete ministerial y colaboradores, se quitó la banda y una medalla y se las entregó al jefe militar, Jaime Araújo, en medio de los aplausos de los presentes.
A continuación, García subió a una camioneta y abandonó la casa de gobierno, mientras una escolta entonaba una marcha militar.
De esta forma, Alan García confirmó que no acudirá al Congreso de la República a presenciar la imposición de la banda presidencial a su sucesor, Ollanta Humala, tal como dictaba la tradición en esta ceremonia.
García ya había anunciado que solo iría al Congreso si había un compromiso de los parlamentarios de no abuchearle como sucedió en 1990, al final de su primer quinquenio de gobierno.
Temprano, García acudió a la misa de acción de gracias ofrecida por el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, última actividad oficial como jefe de Estado.
García llegó a la basílica catedral de Lima acompañado por los integrantes de su gabinete ministerial y diversos invitados de los poderes del Estado.
Durante su homilía, Cipriani llamó la atención sobre la "dictadura de un relativismo, llamado pensamiento único, que se va extendiendo en el mundo" y que ha llevado a "una profunda crisis económica y moral por la liberación social".
Al cabo de esta Misa Solemne y Te Deum, celebrada por el 190 aniversario patrio que se recuerda hoy, García se despedirá de sus colaboradores en Palacio de Gobierno y luego se marchará a su casa.
En tanto, el presidente electo Ollanta Humala acudirá en los próximos minutos a la cancillería para esperar a la comisión parlamentaria que lo invitará a la sesión plenaria en el Congreso, donde jurará a la presidencia y dará su primer discurso a la nación.