Este sábado fue diferente para Omar Vidal y los 8 integrantes del cuadro de honor académico del Instituto Nacional Mejía de Quito, quienes recibieron la distinción como alumnos destacados.

El joven de 17 años fue proclamado abanderado del pabellón nacional con un promedio de 9,67/10 en los 11 años de estudio que hasta el momento ha cumplido. Un intenso sol acompañó la ceremonia en ese y los demás planteles educativos de la capital que ayer cumplieron con el Juramento a la Bandera.

El reglamento de la Ley de Educación Intercultural establece que para proclamar a los mejores alumnos de una institución se debe considerar los promedios registrados desde 2° de Básica hasta 2° de Bachillerato. El rector del establecimiento, Eduardo Arias, destacó el esfuerzo de los estudiantes proclamados.

Omar como el resto de abanderados a escala nacional, fue el primero en cumplir con el juramento. Lo mismo ocurrió en el norte de Quito con Kevin Freire, el joven con discapacidad visual que también recibió la distinción como el mejor alumno y quien recibió la felicitación del vicepresidente de la República, Jorge Glas, durante el informe de actividades de los sábados.

Después los portaestandartes y escoltas rindieron el homenaje, mientras el resto de estudiantes del Mejía hacían filas de más de 20 alumnos. Previo a ello, al unísono, los cerca de 400 estudiantes que este año culminan el Bachillerato proclamaron su promesa de defensa del emblema tricolor.

La ceremonia se desarrolló en el estadio de la institución, cuyos graderíos lucieron de múltiples colores por las gorras, sombreros y paraguas de los que se aprovisionaron los asistentes para combatir los intensos rayos solares. A escala nacional, según datos del Ministerio de Educación 176.421 estudiantes del tercer año de bachillerato efectuaron su promesa de lealtad a la bandera, símbolo patrio que ayer se recordó en todo el país. (I)