Señalética de velocidad confunde a los choferes
Daniel Lindao sale en carro desde su vivienda, ubicada cerca del estadio Monumental, para buscar a su hija en el colegio Juan Montalvo, en la avenida Carlos Julio Arosemena, por lo que toma el paso a desnivel que conecta dicha vía con la calle 5 de Junio.
Al llegar cerca del paradero “Ferroviaria” de la Metrovía, un letrero le indica que la velocidad máxima permitida es de 70 km/h. Pero tan solo un par de metros más adelante, por el lado de la Carlos Julio Arosemena, otro rótulo le indica que la velocidad máxima es de 35 km/h. “Se entiende, es zona de escuela”, refiere Lindao, pero encuentra varias contradicciones.
La primera de ellas es que el límite máximo permitido, con la reforma a la Ley de Tránsito, es de 50 km/h. La otra es que la distancia entre los rótulos otorga poco tiempo para desacelerar a quienes vengan desde la avenida 9 de Octubre.
Lindao prefiere acatar el segundo letrero y se percata de que otros vehículos, incluyendo los articulados de la Metrovía, van a más de 35 km/h.
Este diario en un recorrido por varias avenidas y calles de la ciudad pudo constatar que además del irrespeto a las señales de tránsito existe confusión entre los ciudadanos porque, pese a que existe un nuevo límite de velocidad, varios rótulos de tránsito no coinciden con la reforma.
En avenidas como Quito, Machala, Américas, 25 de Julio, Víctor Emilio Estrada, Carlos Julio Arosemena, entre otras, durante horas laborables los choferes hacen caso omiso de la señalética de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE).
Para corroborar la velocidad de los vehículos, el carro que transportó a los colaboradores de este diario circuló a la velocidad que indicaba la señalética de estas vías.
La mayoría de los vehículos prefirió rebasar el límite permitido dentro de la zona urbana. En la vía Terminal Terrestre-Pascuales existen letreros que señalan que el límite es de 70 km/h; no obstante, los automotores, de todo tipo, rebasan, en un cálculo estimado, los 90 km/h.
La mayoría de choferes consultados, incluso, desconocen que existe un nuevo reglamento a la Ley de Tránsito y, mucho menos, las nuevas disposiciones para circular dentro de la ciudad.
Según el artículo 191 de la Ley de Tránsito, en zona urbana, el máximo permitido para vehículos livianos, motocicletas y similares es de 50 km/h; mientras que para transporte público de pasajeros y carros de carga es 40 km/h.
También existe una diferenciación dependiendo de si los vehículos circulan en perimetrales, carreteras rectas o curvas, en las que se permite entre 10 y 50 km/h más tanto para livianos como pesados, según cada vía y tipo de vehículo.
De acuerdo con Roberto Rodríguez, un docente que hace uso de su moto en la Av. de las Américas, para llegar a su lugar de trabajo, la confusión surge en que muchos letreros no indican cuáles vehículos pueden circular a una determinada velocidad. “En el caso de los motociclistas es muy difícil circular por la ciudad, porque el tráfico es demasiado pesado y quedamos en desventaja frente a los choferes que irrespetan a otros al rebasar o pasarse el límite de velocidad”.
La CTE informó que los controles de límites de velocidad comenzarán recién en 20 días para, en ese lapso, informar a la ciudadanía sobre las nuevas disposiciones mediante entrega de volantes. Los operativos iniciaron en todo el país, menos en Guayas.
El artículo 142 sanciona con una multa equivalente al 30 por ciento del salario básico y reducción de seis puntos en su licencia de conducir a quien se excediere del rango moderado de los límites de velocidad.
Otra inquietud de los choferes es la actualización de la señalética que, en algunos casos -como detrás del colegio Americano- está desgastada y borrosa.
Este diario intentó obtener información en la CTE sobre el plan previsto para la actualización de señales en las calles de la urbe pero hasta el cierre de esta edición, no hubo respuesta.