Centros municipales impulsan vida activa en adultos mayores
“Desde que asisto al centro gerontológico mi vida ha cambiado radicalmente. Cuando uno llega parece un arbolito seco, pero aquí los maestros nos riegan con amor y conocimiento, y empezamos a florecer nuevamente. Volvemos a ser felices”.
Así describe Yolanda Proaño (80 años) la atención que recibe en el Centro Dr. Arsenio de la Torre Marcillo, uno de los dos gerontológicos regentados por el Municipio de Guayaquil.
Como ella, son más de 1.700 adultos mayores los que se benefician de sus servicios y las capacitaciones gratuitas que se ofrecen en el sitio.
La institución, ubicada en la calle Higueras, frente al centro comercial Albán Borja, fue inaugurada el 27 de agosto de 2007, “para promover un envejecimiento positivo, para una vida digna y saludable a través de la participación y empoderamiento junto a la familia y la sociedad”, explicó la psicóloga Inés Bautista, coordinadora de los centros gerontológicos y clubes de adultos mayores municipales.
Bautista detalló que al sitio acuden adultos mayores a partir de los 60 años para participar en talleres y actividades que les permiten mejorar su calidad de vida.
Entre los cursos dictados están los de biodanza, canto, musicoterapia, yoga, gimnasia cerebral, hidroterapia, guitarra, pintura, manualidades, uso de herramientas tecnológicas, entre otros.
La coordinadora resaltó que uno de los objetivos fundamentales es fortalecer la relación socio-familiar y la integración con su entorno. Dijo que uno de los desafíos es trabajar con las familias para que integren a sus adultos mayores y los hagan partícipes de las decisiones.
“Hay que romper esos estereotipos errados, que cuando se piensa en un adulto mayor se vienen a la mente ideas de dependencia, de no valía. Este es precisamente uno de los aspectos que más los afecta a nivel psicológico”, lamentó Bautista.
Para acceder a la atención se debe cumplir con algunos requisitos, como ser autovalente -es decir, que pueda valerse por sí mismo-, presentar copia a color de cédula de identidad del postulante y de un referente familiar, planilla de servicio básico del lugar de residencia y dos fotos tamaño carnet.
Posteriormente el solicitante es convocado para realizarle pruebas psicológicas, físicas y un examen geriátrico. Tras el riguroso proceso es llamado nuevamente para entregarle el resultado y, en caso de ser admitido, indicarle el grupo de trabajo al que ingresará. El trámite tarda entre 2 y 10 días.
Gladis Pérez (78 años) es beneficiaria del centro desde que el centro Arsenio de la Torre abrió sus puertas hace 12 años. Recuerda que se enteró de la apertura del sitio a través de la televisión, se interesó y acudió por su propia cuenta a registrarse.
Aseguró que asistir al centro gerontológico le ha ayudado, no solo a mentener la agilidad física y mental, sino también en el aspecto psicológico. “Cuando empecé a venir estaba con la moral por el piso, pero la atención psicológica me ayudó a levantarla”.
Andrés Gerardi (79 años), abogado de profesión, lleva un año asistiendo. Expresó que ahora, además de llevar una vida más activa, ha hecho nuevas amistades, con las cuales comparte incluso fuera del lugar. “Aquí he hecho muchos amigos con los que pasamos bastantes momentos agradables”.
Adultos mayores
Pobreza y abandono
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), 45% de los adultos mayores en el país (944.053) viven en condiciones de pobreza y extrema pobreza. Además, 14,9% son víctimas de negligencia y abandono.
42 por ciento de adultos mayores viven en sectores rurales y el 74,3% no puede acceder a seguridad social.
Gerontológico Orquídeas
En diciembre de 2018 se inauguró el segundo gerontológico municipal, en Las Orquídeas, que ofrece similares servicios. (I)