Municipio de Quito ya se hace cargo de nuevo aeropuerto
Las instalaciones del nuevo aeropuerto de Quito, ubicado en Tababela, serán entregadas hoy a la ciudadanía. En la ceremonia se develará una placa con el nombre de la nueva terminal, que se mantiene como Mariscal Sucre.
Para la entrega de las instalaciones un avión de la aerolínea ecuatoriana Tame, con varios invitados, entre ellos ministros y autoridades municipales, aterrizará en la pista de Tababela.
Los funcionarios estrenarán la nueva edificación, que ofrece mayores servicios a los pasajeros, a los exportadores, importadores y a la comunidad en general.
Nuevas condiciones generan más confianzas a compañías
La pista de Tababela tiene una extensión de 4.100 metros de largo, mil metros más que el actual, lo que permite que aviones más grandes y de carga puedan aterrizar y despegar desde ese tarminal. A esto se suma la altura, ya que está ubicado a 2.400 metros sobre el nivel del mar, 400 metros menos que la terminal actual. Eso permite que los aviones puedan despegar con la carga completa y mayor número de pasajeros.
Según el ministro Coordinador de la Producción, Santiago León, las ventajas que brindan las instalaciones y la pista del nuevo aeropuerto mejorarán las exportaciones e importaciones de productos, pues los aviones podrán utilizar toda su capacidad de carga, sin tener que trasladarse hasta Guayaquil para completar el cupo, lo que significa ahorro de combustible.
Otro de los beneficios de la nueva terminal aérea es que los vuelos no tendrán la necesidad de hacer escalas. Por ejemplo, antes una aeronave grande no podía salir del aeropuerto, por lo que se utilizaban aviones pequeños para llevar la carga y se hacía trasbordo en otros aeropuertos, lo que implicaba más tiempo. Ahora los aviones grandes como los de la aerolínea holandesa Martinair pueden ir llenos y directamente a Amsterdam, en donde existe un centro de carga.
Según Eduardo Dousdebes, secretario de Proyectos del Municipio, esto abrirá las puertas a otros mercados, como el de los países del oriente, a donde se pretende llegar con los productos ecuatorianos, el principal de las flores.
El funcionario del municipio capitalino explicó que se creó el Comité Logístico, conformado por varias empresas vinculadas a la aeronáutica, exportaciones, productores y otros. Ellos formaron una mesa de conversaciones para definir estrategias de comercio, entre ellas convenios con autoridades de un centro de acopio de carga ubicado en Chicago, Estados Unidos, lo que permitirá que las aeronaves lleven los productos ecuatorianos a ese lugar y desde allí se distribuyan a los países del Oriente.
Beneficios técnicos de la nueva terminal aérea
En los inicios del proyecto se hablaba de la hipótesis de que el fuerte viento que surca Tababela no permitiría que las aeronaves pudieran aterrizar con seguridad en la pista del aeropuerto. Esto fue desmentido por la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) que realizó los vuelos de prueba para poder emitir el primer certificado de aviación del aeródromo.
El técnico aeronáutico de la aerolínea Martinair, José Albán, explicó que es un “mito” el problema del viento, ya que los aeropuertos no se califican como seguros por donde están localizados sino por la tecnología que utilizan para guiar a los aviones. “Este un aeropuerto que se encuentra en muy buena categoría pues utiliza una de las mejores tecnologías para dirigir los aterrizajes de las aeronaves”, dijo.
La preocupación del viento también fue desmentido por el piloto que aterrizó la primera nave de carga en la pista, Marcel Beuckema, quien explicó que encontró tres diferencias entre el aeropuerto actual y el de Tababela, por ejemplo, que la altura es menor en el nuevo aeropuerto, lo que le permitió un mejor rendimiento del motor. También señaló que la pista es más larga, lo que aporta a un óptimo despegue; y que está libre de obstáculos.
El sistema que se utilizará para guiar a los pilotos, y que está probado y aprobado por la DGAC, es el sistema de instrumentación de aterrizaje (ILS, por sus siglas en inglés). Este fue probado por Beuckema, quien lo evaluó como exitoso.
El sistema permite que el avión esté alineado con el aeropuerto, y para esto utiliza un radar instalado en la nave y los de la terminal aérea. Estos se conectan con el ILS y éste le dirige hacia la pista, para aterrizar de manera precisa, sin necesidad de que el piloto pueda observar en donde se asentará. Con ese sistema se puede aterrizar exitosamente en condiciones mínimas.
Actual terminal se convertirá en nueva área verde
Las edificaciones actuales serán demolidas y allí se construirá el parque más grande de la capital, denominado Parque El Bicentenario. Las 137 hectáreas del actual aeropuerto de Quito contarán con 17 kilómetros de ciclo-ruta y mobiliario para que las familias realicen días de campo.
También se edificará un centro de convenciones de 11,7 hectáreas y dos torres para un centro de comercio y negocios, que ocuparán 26 metros cuadrados y tendrán 16 pisos. Habrá una arena de espectáculos, con un auditorio de 12 mil metros cuadrados.
Las instalaciones de la Base Aérea Militar que están en los alrededores del actual aeropuerto, no serán demolidas y tampoco abandonadas, ya que no todo el personal militar se trasladará a las edificaciones que tendrán en Tababela.