El Informe de la Comisión de la Verdad ya tiene sus primeros efectos positivos e históricos. Con la entrega de la nueva cédula de identidad a Eloy Basantes Cárdenas se cumple una de las reparaciones más sensibles, por lo ocurrido con él y por efecto de la acción contra su padre (que terminó con su vida), persecución contra su madre y toda la carga e impacto en la vida de quien no tuvo ninguna responsabilidad en la actividad política de sus progenitores.

No cabe duda de que esta reparación, como las otras que faltan, producirán la reacción de determinados sectores. El llamado más sensato es a que se asuman las responsabilidades concretas, sin involucrar a las instituciones ni volver una disputa o venganza de ninguna de las partes.

Lo más sano y provechoso para todas las sociedades es que las reparaciones cierren capítulos dolorosos, para mirar hacia adelante y generar la mejor convivencia democrática. Ecuador tiene una vocación de paz y armonía. Por ello, este acto la reafirma.