El encuentro mundial Hábitat III abre un espectro amplio de debates y reflexiones. Y si lo aterrizamos a América Latina, tenemos un intenso trabajo de las autoridades, instituciones, academia y organizaciones sociales. Claro, hoy por hoy es la región con más intenso crecimiento urbano y con sus consabidas dificultades.
Por ello también es un escenario para elaborar nuevas propuestas y paradigmas para sus urbes. Y para nuestro país hay una oportunidad única: sus principales ciudades han crecido de un modo caótico; además, donde se ha podido planificar y pensar más allá del negocio inmobiliario, hay interesantes ideas.
Sin embargo, hay otras donde lo primordial es el comercio y la construcción de casas y barrios sin planificación estructural y sin contar con una visión de largo aliento en función de las realidades concretas de cada geografía.
Incluso, la zona del terremoto -en las provincias de Manabí y Esmeraldas- es un espacio para desarrollar ese nuevo paradigma urbano, donde no solo hay que garantizar el bienestar y los negocios, sino también la plena armonía con la naturaleza en general. (O)