Publicidad
La pregunta de por sí provoca una mayor sorpresa de la esperada. La Conaie propone movilizar a sus bases para oponerse al proyecto de enmiendas constitucionales. En calidad de actor político tiene una postura, y para ello cuenta con una organización (Pachakutik), y desde ahí puede legítimamente abordar todos los temas, pero convocar a una medida de hecho de esa naturaleza parece que ya sobrepasa su propia naturaleza.
Claro, por dos razones de fondo: ninguna de las enmiendas afectarían o atentarían con los derechos de las poblaciones indígenas, mucho menos a las conquistas alcanzadas en todos estos años. Pero también no queda claro por qué habría que justificar un levantamiento cuando de lo que se trata es de debatir con base en las instituciones democráticas y sus normas básicas para generar opinión a favor o en contra.
Si el levantamiento constituyó un arma de lucha ante actos de injusticia, era algo legítimo y hasta necesario, pero cuando se usa para fines proselitistas, en plena alianza y coincidencia con sectores oligárquicos, ya esa herramienta pierde legitimidad. (O)