Solo al embajador estadounidense en Ecuador Adam Namm no le cuadra tener buenas relaciones con Irán.
Él no ve con buenos ojos que Irán haya logrado un histórico acuerdo sobre el programa nuclear que su propio jefe, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, celebró con mucho fervor. Lo cierto es que se alcanzó un acuerdo este fin de semana para que en seis meses el país asiático se despoje de todas sus reservas de uranio enriquecido al 20 por ciento.
Si bien es una buena noticia para el mundo, también sienta un precedente que ojalá conduzca a un real desarme en el planeta. Por ejemplo si Israel se deshiciera de sus 200 ojivas nucleares el mundo islámico podría dormir con los dos ojos cerrados.
¿Verdad señor embajador estadounidense, Adam Namm?